Kamari: ofrenda sagrada

POR: Oswaldo Echeverría

Maldita la piedra lisa en la que me resbalé, dame la mano negrita, quizás me levantaré; es una copla antigua que es cantada a ritmo de sanjuanito, anticipando la celebración del Inti Raymi, Sanjuanes y Sanpedro en la mayoría de las poblaciones del territorio Kayambi, Karanqui y Otavalo.

Época de agradecimiento y celebración expresados a través de la danza y música tradicional. Su preservación responde tanto al apego cultural como al trabajo invisible que impulsan algunos grupos musicales que le dan el son y el ritmo para ser disfrutado y replicado por la gente.

Kamari es un grupo, aunque relativamente nuevo, pero ya consolidado como uno de los principales exponentes de este género tradicional andino del que la gente disfruta en sus presentaciones.

Conformado por jóvenes de varias comunidades entre Cayambe e Ibarra, está liderado por Oscar Guatemal, un músico de trayectoria que habiendo iniciado su rol musical en su tierra natal, fue integrante del grupo Siembra en Ginebra (Suiza), por ocho años, luego de lo cual, a su retorno ha impulsado la integración de músicos, hasta lograr establecer la agrupación actual, cuyo nombre evoca a una ofrenda o regalo, que bien hace relación con la época del Inti Raymi, en que nuestros pueblos lo celebran en gratitud al sol y la naturaleza por las cosechas recibidas.

Ya han cumplido su segundo aniversario y la audiencia les ha reafirmado la aceptación como grupo de música tradicional, conformado por ocho integrantes: Esteban en el violín, Javier en los vientos, Luis en el bajo, Alex en el bandolín, Enrique y Jerson en las guitarras, Jimy en la batería y Oscar en la primera voz; de seguro escucharemos largamente y con fuerza su música, no solo en las festividades próximas, sino a futuro, siendo un referente cultural.