Moreno y el país de las maravillas

POR: Víctor Hugo Portocarrero

Ecuador es uno de los países más biodiversos del mundo, desde la esfera natural y ecológica hasta la étnica y cultural. Es maravilloso y sorprendente constatar permanentemente, su diversidad, sus regiones y sus paisajes naturales; todo el Ecuador en sí, conforma la más brillante y estéticamente lograda, obra de la creación.

Se suele decir que toda moneda tiene dos lados, en este caso el lado contrario del país naturalmente maravilloso que todavía tenemos, son sus gobernantes y su gestión. Espanta ver como gobierno a gobierno lo han saqueado.

El aguante de su población también es de sorprenderse; aparentemente, mantiene una población sometida desde su origen y que no ha tenido la posibilidad real de liberarse; no conoce la libertad y la plenitud de ella, por eso, no ha aprendido a conquistarla y/o defenderla.

La Batalla de Pichincha, observando la realidad en la que vivimos se trata de una historia épica, que en muchas ocasiones da la impresión de ser una leyenda.

En el más grande sentimiento de pesar, que genera la conciencia abierta a la realidad objetiva y no dormida, ni alucinando el oasis más hermoso del desierto; manteniendo el sueño de libertad y de alegría, sin ser tóxicos, se evidencia insistentemente, que la fábula de la mentira permanente persiste. Moreno es el paladín de un Estado de Propaganda tal, que sorprende.

Quisiera, que la imagen pretendida del discurso presidencial de este 24 de mayo fuera la mitad de lo maravilloso que la verborrea gubernamental aspira. La mayoría de su información es incoherente. Esboza una realidad aparentemente basada en cifras manejadas al fiel estilo de la década perdida. La manipulación de la verdad, no es más que una brutal y vulgar embestida contra la población y principalmente nuestra juventud.