El mejor anfitrión

Oswaldo Echeverría

Ser anfitrión es brindar una buena atención a quienes nos visitan; en turismo, aquellos huéspedes que reciben tratos con calidez se llevarán consigo la satisfacción de la hospitalidad recibida por las personas que estuvieron en contacto durante su recorrido.

Para Imbabura, el turismo es una fuente importante de ingresos económicos, lo cual es conocido por la mayoría de la población, por lo que, incentivar a que cada persona nos reconozcamos como el mejor anfitrión, tiene un impacto positivo en el incremento de la calidad percibida por el viajero hacia nuestra provincia como destino turístico.

Si bien los principales llamados a adoptar esta condición son los servidores turísticos, la población en general también es llamada a llevar estas buenas prácticas; hay que tomar en cuenta que el visitante no solo entra en contacto con quienes trabajan en el sector del turismo, sino con la población en general; entonces, además de ser una oportunidad para los imbabureños, de darnos a conocer a través de las diferentes expresiones culturales locales, sabernos anfitriones favorecerá nuestra actitud hacia los visitantes y fortalecerá nuestro don de gente.

No se trata de hacer esfuerzos grandes sino simplemente ayudar a cualquier inquietud o pregunta que tenga el visitante para facilitar su estancia, brindándole nuestro mejor apoyo con una actitud empática y demostrando actitud de servicio; basta con un pequeño gesto de amabilidad, para dejar impregnada la huella de ser buen anfitrión.

En Ibarra, por ejemplo, se defiende el slogan “ciudad a la que siempre se vuelve”; y en efecto, a medida que nos mostremos nuestras cualidades de anfitriones en cada oportunidad, aseguraremos que los visitantes deseen volver.

Propongámonos en conjunto entonces como compromiso colectivo, en cada rincón de nuestra provincia, de hoy en adelante dar importancia a recibir con toda hospitalidad a quienes nos visitan y ser el mejor anfitrión.