Es impresionante

POR: Ruby Estévez

El avance de la tecnología que está invadiendo, de una manera cruel, formas de vida de los seres humanos. A nuestro alrededor gira un control gigantesco y una inmensa cantidad de información, en unos casos para servir, hacernos crecer, en otros para crear problemas serios. Todo el mundo está tecnológicamente conectado, la vida por este medio es un carnaval, bombardeados por un sinnúmero de programas que están destruyendo el bienestar, después de muchos años de trabajo, sacrificio en proyectos emprendidos; no existe una justa medida, ahora ellos nos imponen.

Cierto es que todo cambio es una oportunidad para desarrollar capacidades y talento para investigar y aprender, pero “ojo” no para fundir, acabar.

Un experto en estos medios me decía que mientras más investiga siente terror por ver como se ahogan muchos trabajos. Nacieron las redes sociales y están asfixiando a los medios de comunicación; Google inutilizó las páginas amarillas, OLX está acabando los avisos clasificados; los smartphones han condenado a las casas de fotografía, Uber a los taxistas, el Airbnb diariamente atemoriza a los dueños de hoteles y el WhatsApp amenaza a los operadores de telefonía fija y celular, el Zip.car le hace la vida imposible a las casas de alquiler de vehículos; Tesla pone en duda el futuro de los automotrices; el email complicó los correos postales; Waze acabó con los GPS; Original y Nuban amenaza el sistema bancario tradicional; por Netflix va menos agente al cine y a los video clubes; Booking.com tiene en jaque a las agencias de turismo; Spotify afecta a las discográficas; Youtube pone en duda a las empresas de TV; Facebook está matando a los portales de contenido; Wikipedia a los diccionarios y enciclopedias y otros tantos que me impresionaron.

Nuestra vida está marcada hoy por momentos dolorosos, tristes e inquietantes por la duda de no saber a donde vamos a parar, solamente notamos muchos semblantes de frustración; no sabemos cuánto tiempo durará el trabajo de una persona, los cambios drásticos requieren de mucho dinero, cómo soportar si ellos traen consigo gastos, nuevos impuestos y volver a comenzar en tiempos difíciles cuando ya muchos están delante de nosotros y nos llevan ventaja en la “búsqueda de sueños”.

Ahora todos a capacitarse, no se puede evadir esta triste realidad, aceptar es arriesgarse, es de valientes, porque ahora con la crisis económica ya ni los padres pueden facilitar la vida de sus hijos. Comenzar de la nada muchas veces hace bien el valor del esfuerzo, construye con el tiempo, crece sin olvidar que de lo bueno se goza, de lo malo se aprende.