Colombiano fue extraditado a Ecuador por asesinato de un policía

SOSPECHOSO. Diego B. tenía una alerta de difusión roja emitida por Interpol.
SOSPECHOSO. Diego B. tenía una alerta de difusión roja emitida por Interpol.

Dos años después del crimen el Gobierno colombiano dio luz verde al proceso.

La mayor parte de extradiciones generadas por la alerta de difusión roja emitida desde Interpol se hicieron desde Colombia. En lo que va de este año, ocho personas llegaron de ese país, dos de Perú y una de Chile.

El último proceso se llevó a cabo ayer, cuando Diego B., presunto responsable de la muerte del cabo primero de Policía, César Vallejo, fue extraditado desde el vecino país del norte. El sujeto arribó al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito antes del mediodía.

El ciudadano colombiano fue trasladado a un centro de detención provisional, custodiado por agentes del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía. Posteriormente fue entregado a las autoridades de la Corte Nacional de Justicia.

El general Enrique Espinosa, director nacional de la Policía Judicial, informó que luego de dos años de haberse suscitado el crimen, el Gobierno colombiano concedió la extradición del implicado.

El trámite concluyó el 7 de septiembre y con eso se dio luz verde a la difusión roja emitida por Interpol, para que el hombre de 33 años enfrente a la justicia ecuatoriana.

Precedentes
El 16 de septiembre de 2016, Diego B. habría disparado a un grupo de uniformados de la Policía Judicial que patrullaban el sector Bella Esperanza de la parroquia General Farfán, en Sucumbíos.

Los uniformados vieron que la moto en que viajaba el implicado como copiloto circulaba en contravía, eso les pareció sospechoso y cuando pretendían parar su marcha, Diego B. sacó un arma de fuego y disparó de frente al vehículo policial.

El proyectil llegó a la cabeza del uniformado, quien murió de contado. Sus compañeros persiguieron a los criminales hasta una vía sin salida. Ahí, los implicados abandonaron la motocicleta y se adentraron en una zona de vegetación tupida para confundirse entre los matorrales.

En el operativo policial se detuvo en flagrancia a Carlos L., quien presuntamente conducía la moto, mientras que Diego B. escapó. Los dos uniformados que participaron en la persecución de los sospechosos regresaron al patrullero y encontraron a su compañero ensangrentado y sin signos vitales.

Ese mismo día, la Policía ecuatoriana proporcionó información a su par colombiano, para que desde ese territorio se expanda la búsqueda del implicado.

La fuerza pública de ese país ubicó horas más tarde en el Departamento de Putumayo al implicado. Él permaneció arrestado en una cárcel local esperando que el trámite de extradición concluyera. (FLC)