Liberaron a uniformados a cambio de solventar gastos médicos

Diligencia. Momentos en que los efectivos fueron entregados al GOE para ser sacados del sitio donde permanecieron privados de su libertad.
Diligencia. Momentos en que los efectivos fueron entregados al GOE para ser sacados del sitio donde permanecieron privados de su libertad.

OTAVALO

Los uniformados policiales y el militar que fueron retenidos por la comunidad de Caluquí, el 07 de noviembre, fueron finalmente liberados por los habitantes de la zona, luego de más de 10 horas de haber permanecido bajo custodia de los moradores del sector, tras ser acusados del atropello de un estudiante universitario, también residente de la localidad.

Los términos

A la asamblea asistió Víctor Zárate, Coronel de Policía y Comandante de la Subzona de Imbabura; Fausto Moncayo, oficial militar y Comandante del Yaguachi; Fabián Cabascango, presidente de la comunidad, y la Gobernadora de Imbabura, así como familiares del atropellado y más de 50 moradores de la localidad.

Dentro de los requisitos para la liberación, los comuneros impusieron que todos los gastos médicos de la víctima sean cubiertos por los involucrados; que los funcionarios aduaneros, que también viajaban a bordo del patrullero y que escaparon del lugar, aparezcan y sean corresponsables de los pagos.

Moncayo, por su parte, puso a disposición dos médicos generales y un odontólogo para el herido. Alfonso Ponte, padre del perjudicado, hizo el compromiso de no demandar legalmente a los involucrados, luego de dicha asamblea, mientras que la Gobernadora sugirió que el paciente sea trasladado a Quito para garantizar un mejor resultado en su recuperación.

Por su parte, el uniformado militar retenido ofreció disculpas públicas tanto al afectado, a su familia y a la comunidad en general. Personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) fue delegado para sacar a los prisioneros de la zona, con las garantías del caso, hasta que finalmente los liberaron. (MAGC)

CIFRA

10 horas estuvieron detenidos los tres uniformados, por los comuneros de Caluquí, tras atropellar a un estudiante.