Desarrollo: ¿sostenible o sustentable?


Oswaldo Echeverría



“Aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”. Es el concepto propuesto en el Informe Brundtland en 1987 en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible “Nuestro Futuro Común”, el mismo que proviene de la terminología inglesa: “sustainable development”, debido a que ese informe ha sido presentado en ese idioma.
Una particularidad que ha causado una ligera controversia es que en español el término “sustainable” se traduce a cualquiera de las palabras “sostenible” o “sustentable”; es decir, son términos cognados que, teniendo una sola significación en inglés, en español se deriva a dos conceptos; esa es la razón del por qué indistintamente hemos escuchado o leído de las dos formas: “desarrollo sostenible” o “desarrollo sustentable”, y en ocasiones “desarrollo sostenible y sustentable”.
De esta manera se entenderá que cualquier alternativa que en español se utilice, va a evocar siempre a la significación dada en el informe Brundtland.
Académicamente, la bibliografía mexicana se ha asociado con el término “sustentable”, mientras que la bibliografía española lo ha hecho con “sostenible”; por lo que hay que entender que no se trata de dos conceptos distintos, sino del mismo, con diferente uso de palabras.
¿A qué se debe esta aclaración? Se debe a que, a pesar de que han pasado ya treinta años desde la emisión del informe, existen todavía personas en el ámbito académico que quiere diferenciarlos como dos conceptos distintos, al punto de querer presentar justificaciones bastante elaboradas que den razón de su separación, pero ningún trabajo filosófico o erudito podrá sobreponerse a su origen; por lo tanto, cualquier explicación que se quiera dar al tema quedará sin fundamento y más bien hay que concentrar las energías en la aplicación, para construir el anhelado “sustainable world”.