Una ciudad para vivir

POR: Manuel Báez R.

Necesariamente tenemos que referirnos a la hermosa ciudad de Ibarra. Ha vivido un permanente desarrollo social, económico, educativo y hoy se mantiene como una de las ciudades importantes del Ecuador.

Es un modelo de gestión, apegado a la transparencia en cada uno de sus actos; es la carta de presentación del norte ecuatoriano. Diremos que todo esto es una forma de corresponder a lo que el pueblo exige de sus autoridades.

Es que Ibarra cuenta con una historia que viene desde mucho antes de la época de los Incas, por eso decimos que la felicidad no cae del cielo, se construye con el esfuerzo personal.

Todos estos recursos hacen que Ibarra sea una ciudad que más allá de ser hermosa tiene una ciudadanía muy activa y que debe esmerarse por ser mejor.

Ibarra tiene un atractivo impresionante, sus armonías bajan del cielo para alumbrar los corazones y calmar los sufrimientos.

Las tardes son hermosas que tiene esta ciudad, con recursos de mucha historia y de clima siempre primaveral. Por ello, Ibarra sí es una ciudad para vivir; de tantas familias que la visitan un gran porcentaje decide radicarse a vivir en ella, razón por la cual el incremento poblacional nunca se detiene, convirtiéndola en ciudad llena de sueños y de emprendimientos en cualquier área de actividad humana.

Es verdad que resulta una tarea que no es fácil para poder decidir sobre una ciudad que permita vivir con relativa paz en compañía de su familia.

Con este objetivo el jefe de familia tiene que analizar un sinnúmero de factores internos y externos que brinden bienestar a su familia.