Capacidad para escuchar

POR: Manuel Báez R.

Ahora, la opinión pública lo único que hace es mirar a los políticos vacilantes e incompetentes frente a los problemas sociales que tiene el cantón o una provincia.

Unos ven el proceso de mando o también como ver llover. El pueblo se dice a sí mismo que ¡ojalá apareciera en el horizonte un mesías que viniera a poner orden en las cosas!

Este anhelo es expresado en la actualidad aún por las gentes mejor intencionadas. Por eso el entorno se hace impredecible y aumentan sus ansias de orden, estructura y que hubiera alguna candidatura femenina que por lo menos apareciera como en otras latitudes del planeta, ser la “dama de hierro”.

Por lo menos pensemos que ha llegado el momento de imaginarnos alternativas completamente nuevas, de que viviremos, discrepemos, discutamos y diseñemos, desde la misma base, la arquitectura democrática del mañana.

Ahora bien, no es aconsejado aflorar vanidosamente el saber administrar un cantón, una provincia; quien hace esa demostración está cayendo en el mito de la eficiencia autoritaria, hasta pueden hacer que el tren llegue en otro horario que el establecido; es decir, que el tren económico, social y político se desarticule.

No, hay que ser siempre prudente y pensar que la historia le está anotando las fallas, por eso hay que ser un atento observador de las condiciones sociales, al menos así nos recuerda la realidad que siempre vivimos.

De hecho hay que reorganizar bien el aparato administrativo para no tener que saborear serias dificultades, por confuso, errático, inepto…

Talvez más adelante descubramos que la fuerza radica no en el dogmatismo, sino en la capacidad de escuchar a otros.