Cuánto valoramos

POR: Ruby Estévez

En la vida a los seres humanos que tienen éxito, porque saben utilizar los fracasos reanudando la tarea con más tiempo e inteligencia.

Valoramos en alto grado a las personas que no necesitan pisotear a nadie para ser grandes, a los hombres que comprenden que las cosas se arreglan hablando y no comentando mal a nuestras espaldas. Respetamos a los verdaderos amigos que dicen lo necesario de frente y mirando a los ojos, a los humildes que saben unir porque el orgulloso solo divide y es origen de todo mal.

Todos anhelamos en esta vida tener tres clases de amigos: los que son sanos y limpios de corazón, porque brindan paz; amigos fieles, un gran tesoro, porque son poderosos protectores; amigos verídicos, leales y optimistas, que son la clave para encontrar la felicidad.

Cuánto valoramos en esta vida a una persona que cumple con su palabra, no a los que ignoran, no a los que huyen de su responsabilidad, no a los que hablan mucho del amor, pero no lo respetan. Un abrazo a los seres humanos que alimentan con su presencia, mas no a los que dan la espalda cuando más se los necesita.

Cuánto rechazamos a los que evitan nuestro saludo, cuando se hacen los que no ven y viran la cara, cuando no contestan el saludo, cuando no practican buenos modales, costumbres, y no respetan a los mayores.

Cuánto valoramos a las personas que si nos extrañan nos buscan, que si nos quieren lo expresan y si algo les molesta nos dicen; cierto es que es muy difícil encontrar porque no toda persona posee el mismo corazón.

Cuánto valoramos a las personas que respetan, aman y cuidan a la naturaleza y al reino animal en todas sus expresiones. Ellos son también fuente de vida que sienten y padecen igual que nosotros. Valoramos a las personas que saben que el perdón es una experiencia maravillosa de liberación, nos saca de la cárcel del odio y rompe las cadenas del rencor, dándole sanación a nuestra alma.

Aquellos que practican el amor saben que lo más hermoso en esta vida es el recuerdo bueno del pasado, que es necesario sentir con fe el presente y animarnos por un buen futuro. Nunca olvidemos que en la vida todo regresa, la maldad vuelve al remitente, el amor a quien lo ha donado, las mentiras a quien lo ha dicho y la envidia a quien lo siente.