El tostado de tiesto

POR: Germánico Solis

El oficioso libro Popol-Vuh recopila las leyendas del Quiché, Reino de la civilización Maya al sur de Guatemala, se dice que más que historia tiene un valor religioso, refiere que los Dioses crean el mundo, los animales, los seres de barro. En su inicio expresa: “He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en la carne del hombre”. “Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas aparecieran sobre los Creadores y Formadores”. “Y así encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; ésta fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre”.

Seguido, los dioses platicaron acerca de la creación y formación de nuestra primera madre y padre. “De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres”.

Este preámbulo atestigua la existencia del maíz en América mucho antes de la correría española, prueba asimismo que la mazorca alcanzó míticidad y divinidad. Herencia también de sangre y alimento para los pobladores que hasta ahora valoran al grano y su sitial de deidad. Del maíz se hacen mazamorras, tortillas, mote, humitas, ensaladas, pan, pizzas, coladas, chicha y decenas de composiciones. En la provincia de Imbabura y la serranía ecuatoriana es añadidura especial para combinar diversos platillos en los que es infaltable el familiar tostado.

Tostar el maíz prevé selección y escogimiento, tanto por su tamaño, coloración, procedencia y estado de sequedad, asegurando de esta manera exquisitez y suavidad para el paladar. Una manera de tostar el grano es utilizar un tiesto de barro, utensilio patrimonial en forma de plato grande que calentado con fuego de leña profetiza una sazón única.

En el hogar es la madre, hija o mujer la encargada de la labor de tostar, previamente prenden la hornilla, calientan el tiesto, para con la ayuda de una cuchara de palo menear el maíz en círculo. La tarea termina cuando la coloración del grano adquiere la tonalidad de dorado. Esta hechura se conoce como “tostado yanga”.