Inclusión y turismo

POR : Oswaldo Echeverría

La presencia de las personas con discapacidad fue notoria a partir de la acción emprendida por la misión Manuela Espejo desde el año 2007, que por primera vez se dio atención a este sector históricamente olvidado. La presencia de estas personas se da tanto en las familias con recursos limitados, como en familias con niveles económicos medios y altos, que hoy por hoy, ya no son ocultados como ocurría hace algunos años.

En cuanto al turismo en Ecuador, desde el año 2008 se empezó a discutir sobre el turismo social y el turismo inclusivo, que promueve garantizar el derecho de disfrute de los espacios de esparcimiento de los sectores vulnerables; no obstante esos esfuerzos, las condiciones en la actualidad todavía distan del estado óptimo para hacer que las personas con discapacidad accedan a un disfrute básico como turistas, tomando en cuenta que no solo se trata de atender la movilidad para personas en sillas de ruedas, sino también para aquellas que padecen otro tipo de discapacidades, como no videncia, personas sordo mudas, personas con síndrome de down, entre otros, para quienes se requieren infraestructuras específicas que les permita acceder y disfrutar de la experiencia de turismo.

Si bien no se puede garantizar la igualdad del disfrute como una persona con todas sus capacidades, mostrar gestos de inclusión dice mucho sobre la importancia que una empresa, institución o sociedad le da a este tema, reflejando también la calidad de gente que existente en el entorno.

Las personas con discapacidad que hacen turismo siempre estarán acompañadas por sus familiares, por lo tanto, su desplazamiento implica gasto turístico también de sus acompañantes, así que hay que considerarlos como una oportunidad de desarrollo mutuo entre espacio turístico y usuario, a los empresarios turísticos corresponde asumir el liderazgo en esta gestión.