Momento para una aclaración necesaria

POR: Gustavo Andrade

“La adustez de tus viejas montañas, en tus hijos se hizo altivez. Y el vivac de las rudas campañas los vio siempre luchar y vencer” estrofa del himno a Ibarra que refleja la valentía de nuestro pueblo representada desde su génesis a través de guerreros como el inca Atahualpa que defendió las tierras andinas que en la actualidad conforman Ecuador otorgando incluso su vida antes que claudicar a su cultura, hecho que como lo señala Benjamín Carrión lo convirtió en un referente de la identidad de nuestro país.

Pero Ibarra también ha sido cuna de personajes que se han destacado por su aporte humanista en varios ámbitos sociales recordemos a Pedro Moncayo que es ícono del pensamiento y de la acción política del Ecuador en el siglo XIX; a Rafael Troya uno de los grandes pintores de nuestros país de todos los tiempos; a Víctor Manuel Guzmán periodista y educador que llevó su mensaje de principios y valores a muchas generaciones; a Monseñor Leonidas Proaño quien con su prédica y práctica nos demostró que las enseñanzas de Jesús podemos aplicarlas de manera humana; a Zoilita Espinoza “La Reina de la Bomba” quien luchó durante toda su vida por dignificar a través del arte al pueblo afroecuatoriano; a Glenda Morejón ejemplo de perseverancia y superación fuera de límites para las actuales generaciones al haberse consagrado como campeona mundial de marcha; entre otras mujeres y hombres que dejan huella en la historia de nuestro país.

Este artículo no se trata únicamente de un recorrido por la vida de ilustres Ibarreños, es un llamado para construir una identidad que caracterice a Ibarra. Identidad que se la construye desde los códigos históricos, éticos, sicológicos, culturales, geográficos de sus habitantes, por lo que la identidad es dinámica y por ende permanentemente perfectible. Es hora de reflexionar, repensar y reconstruir esa identidad con pilares de tolerancia, ética, respeto a la diversidad pero nunca con sustento en la violencia. Esto garantizará una convivencia social adecuada recordando que el carácter de los hombres se imprime en la ciudad y el carácter de ésta va definiendo a ellos.