Barril sin fondo

Es prácticamente el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social IESS en nuestro país, una entidad que sin embargo de recopilar el monto de las afiliaciones que corresponden a cada trabajador la quiebra es latente, sencillamente no hay dinero para el cabal cumplimiento de las prestaciones en sus diferentes especialidades, en desmedro de los derechos constitucionales de los afiliados, de los jubilados, en general de los ciudadanos que necesitando por cualquier situación de esta Entidad creada para protegerles no reciben si no prácticamente una mediocre atención, acogiendo muchas veces humillaciones y malos tratos. Esta institución ha sido la “caja chica” de ciertos gobiernos, pero jamás de la forma desvergonzada como fue utilizada durante el gobierno anterior. Paulatinamente sale a la luz de la opinión pública como se despilfarró los fondos de propiedad exclusiva de los asegurados, como se maquinó engañosamente la utilidad que se daba a los mismos. La historia de esta antigua institución que ha permanecido en el tiempo con altos y bajos se ha mancillado deshonrosamente con las gestiones de sus directores en la década perdida, sin importarles la dramática situación económica de sus asegurados que con reclamos, huelgas exigían se respete sus derechos garantizados en la Constitución del 2008, donde se estable como norma obligatoria que el seguro social es un derecho que tienen los ciudadanos ecuatorianos y del cual no hay posibilidad, justamente por ser un mandato, de renunciar a ella.

Consideró significativo conocer sucintamente la historia del IESS. Mediante Decreto Ejecutivo rubricado por el doctor Isidro Ayora, un 8 de marzo de 1928 se instituyó la Caja de Pensiones, un singular denominativo cuyos servicios eran restringidos en lo inherente a la utilidad que prestaba. En el régimen dictatorial del ingeniero Federico Páez, se reformó en el año de 1937 la Ley del Seguro Social Obligatorio, agregando el seguro de enfermedad dotándose de este importante servicio. Posteriormente en la dictadura del doctor José María Velasco Ibarra, se emitió el 2 de julio de 1970 un Decreto a través del cual se transformó la Caja Nacional del Seguro Social en lo que actualmente se conoce como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, con la finalidad de salvaguardar los intereses de los trabajadores y otorgarles toda asistencia y apoyo social. Es triste admitir que este objetivo se ha tergiversado tan gravemente.