La migración ecuatoriana también existe

PERSONAJE. Caviedes nació en Cotacachi en 1971.
PERSONAJE. Caviedes nació en Cotacachi en 1971.

La crisis migratoria que atraviesa Venezuela no es el único que se ha dado en América. En nuestro país, a finales del segundo milenio, se desató un éxodo de grandes magnitudes.

Al recuperar la estabilidad económica, muchos ecuatorianos lograron regresar a su país, mientras otros siguen con su vida en el exterior, cruzando fronteras. Diario La Hora habla con dos artistas que saben qué es vivir en un país ajeno.

‘Se debe entender que la diversidad construye, no destruye’

Pablo Caviedes, Artista

Vivió más de 17 años fuera del Ecuador, entre España, Francia y Estados Unidos.

Ha vivido en varios países por largos periodos. ¿Es un ciudadano del mundo?

Sí lo soy. Quizá con vestigios de cosmovisión andina. Creo que el ser humano vive en esta casa llamada planeta Tierra.

¿Qué son las fronteras?

Son circunstancias que los estados, las naciones, han determinado, muchas veces, de manera injusta y por conveniencia. En varias ocasiones, el ser humano ha sido la víctima. Ha pagado los platos rotos de políticas mal dirigidas, que han afectado a una parte importante del mundo.

¿Cómo concibe la migración?

Este fenómeno tiene relación con la historia de la humanidad. Es algo que no va a detenerse. Es una característica natural del ser humano. Por esa razón nos permitimos evolucionar.

¿Atravesó hechos adversos cuando viajó?

Yo no he tenido situaciones negativas como xenofobia o algo cercano. Pero sí he conocido casos que pueden ser similares o más desafortunados.

¿Por qué cree que se dan estas actitudes de odio?

Son el reflejo del desconocimiento. Mientras el ser humano tiene la posibilidad de conocer, se acerca a la luz, es más benigno. Cuando se ignora, pues se acerca a escenarios oscuros. Y eso convoca a reacciones que desbordan ciertos cánones de la humanidad. Del desconocimiento se tejen una serie de concepciones y distorsiones que puede traer la inmigración.

¿Cómo se debe combatir este problema?

La sociedad, los centros de educación, actividades culturales y autoridades de la provincia deben enfocar sus mensajes positivos, de compresión. Resaltar valores. Se debe entender que la diversidad construye, no destruye.

¿Desde el arte se puede denunciar estos actos de odio?

Si entendemos y asumimos los compromisos sociales, el arte puede ser un instrumento perfecto para apoyar esta tarea de trabajo.

¿Su obra ‘On the map’ aborda esta coyuntura?

Mi obra tiene permite este tipo de lecturas, análisis de estudios y mensajes que implica entender el proceso de migración. En mi caso, lo he enfocado dentro de la identidad.

¿Cuál es el mensaje que sobresale de su libro?

Es una metáfora para entender que la gente que viene de otras partes deberían ser bienvenidos en el país, como en determinados momentos hemos sido bien recibido en otros países del mundo.