POR: Luis Fernando Revelo
En días pasados la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” Núcleo de Imbabura, tributó pleito homenaje a Urcuquí con motivo de sus 37 años de cantonización. En el marco de la Sesión Solemne se le entregó la Medalla Pilanquí al brillante escultor, oriundo de San Blas, Luis Fabián Escanta y se entregaron placas de reconocimiento a la Lic. Aurora Quilca y al Sr. Luis Benjamín Vásconez.
Urcuquí no solamente es una “escondida violeta” o el “granero imbabureño”, es una dulce mazorca de música y de músicos. Aurora Quilca lleva en sus genes la música heredada de su padre Juan José Quilca. Formada en las aulas del Luis Ulpiano de la Torre y en el Alma mater de la PUCE-SI, Aurora representa a una vocación musical cultivada con esmero y con pasión. La vimos en la cátedra, en jardines de infantes, en los Institutos Sto. Hno. Miguel y Luis Ulpiano de la Torre, Nivel Medio y Superior, por el espacio de 3 décadas. Con mucho conocimiento y corazón, hace 10 años fundó el Centro Integral de Artes “FE”, Ciartes, para el fomento del arte y la cultura.
Dn. Luis Benjamín Vásconez, oriundo de Cahuasquí, hombre de fe, fraguado en el liderazgo sabio y poderoso, enciclopedia abierta, es un compendio de los urcuquireños, es un don, un vivo resumen de experiencias vividas, un mensaje para cada uno de nosotros, un líder efectivo que jamás persiguió la elocuencia, sino simplemente aprendió a ser útil y a servir a los demás. Su gran pasión, la ebanistería y el cultivo de la música. Sumergido en los arpegios de las melodías ecuatorianas, magistralmente interpretadas con su bandolín, hizo de nuestra música un verdadero acto de fe. A ello se agrega la elaboración de guitarras y requintos. Así contribuyó a cultivar la identidad cultural del cantón.
¡Felicitaciones!