¿Qué tal si soñamos?

Después de 45 días de campaña legal y muchos más de campaña ilegal, la ciudadanía sancionará la corrupción y votará por gente honesta y capaz.

Los nuevos mandatarios del territorio realmente sabrán cómo lograr un proceso que permita a la población en general, emprender hacia una verdadera ruta de desarrollo sostenible.

Para incentivar el crecimiento armónico de la economía familiar y territorial, la planificación tendrá como principio, salvaguardar las inversiones públicas y las orientará hacia una verdadera gestión con responsabilidad social, que permita el desarrollo productivo y verdaderos procesos de inclusión y crecimiento laboral. Que el Estado Ecuatoriano y el Gobierno Nacional destinará importantes recursos económicos para apoyar los programas territoriales, que permitan generar una infraestructura, con uso intensivo de la mano de obra y profesionales del territorio; así como, de la producción territorial, transferencia del conocimiento, potenciación y desarrollo del “know how” propio.

El sector público y privado, creerá en la honestidad, y no conformarán redes mafiosas, que garanticen negocios fraudulentos.

Los diezmos, coimas, regalos y demás, desaparecerán de la contratación pública.

Los trabajadores y funcionarios no serán víctimas del acoso y explotación laboral y no serán perseguidos por sus diferencias políticas, sociales, étnicas, etc.

Las obras que se realizarán en el territorio, serán de calidad y los fiscalizadores garantizarán que sean obras que cumplan con los requisitos de durabilidad, y los términos de referencia más adecuados.

Los sistemas básicos de alcantarillado, agua potable, se realizarán con proyección, bajo un modelo escalable, adaptable, durable, permitiendo el ahorro.

¿Qué tal si soñamos, perdemos el miedo, y elegimos bien?