¿Somos en verdad ciudadanos?

La condición democrática de nuestro sistema político será hoy un hecho palpable. Hoy los ecuatorianos elegiremos a nuestras autoridades seccionales. Desde temprano en la mañana, en ocasiones desde lugares lejanos e intrincados, de difícil acceso, en zonas agrícolas, en ciudades grandes y pequeñas acudirán los votantes a ejercer el derecho de determinar quiénes serán sus mandatarios más cercanos.

Lo hacen al amparo de la Constitución y de la Ley Electoral vigente. La Carta Magna, en su Art. 62, establece que “las personas en goce de derechos políticos tienen derecho al voto universal, igual, directo, secreto y escrutado públicamente”. Añade que será obligatorio e incluye a “las personas privadas de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada”.

Será facultativo también para quienes tengan entre dieciséis y dieciocho años y para los mayores de sesenta y cinco años. Y además para quienes habitan en el exterior, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y las personas con discapacidad. Estas son las reglas que determinan quién nos gobernará. En esto consiste la universalidad, entre nosotros del derecho inalienable al voto.

Vivimos un proceso electoral en el que intervienen diferentes corrientes de opinión como nunca antes, lo que refleja una sociedad diversa y plural. Quienes hoy acudan a las urnas elegirán con su voto entre opciones políticas alternativas. De manera que el voto es un poderoso instrumento que debe usarse con responsabilidad y criterio formado. Eso será lo que nos permita afirmar que, en efecto, en verdad somos ciudadanos.


Una biblioteca no es un lujo, sino una de las necesidades de la vida”. Henry Ward Beecher. Clérigo, abolicionista y orador estadounidense (1813-1887)Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”. Friedrich Nietzsche. Filósofo alemán (1844- 1900)