POR: Laura Benítez Cisneros
Estamos en época de pascua, después de haber pasado los cuarenta días del ayuno cuaresmal, que la iglesia católica celebra antes de la pascua, cuando entramos en la Semana Mayor o Semana Santa en la que Jesús nos manifiesta sus mensajes universales, que nos deja sus enseñanzas. Un ejemplo de ellas es: “Dar a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios”, “Hay más felicidad en dar que en recibir”.
Analizando los mensajes y el contenido de ellos nos hace reflexionar y comprender esas palabras que hoy profundamente se encuentran enraizadas en el corazón y en la mente de millones de persona. La reflexión en sí, es un consejo en el que uno intenta persuadir o convencer a otro.
Durante miles de años los seres humanos hemos tratado de alcanzar y buscar la paz y seguridad, pero siempre algunos líderes del mundo se les ha escapado de las manos, por la ambición de poder y la corrupción existente en el mundo entero de fraudes y robos , guerras con violencia y la mala manipulación de la nueva tecnología en marcha.
Una de las razones fundamentales de por qué sucede esto es por la desmedida acumulación de poder. La Semana Mayor es una invitación al aislamiento de los placeres corporales y la penetración de la reflexión en nuestro interior, haciéndole frente a nuestras desventuras y a la importancia de poder cambiar la conducta humana.
Actualmente estamos viviendo una época externa con una conducta superficial en donde el factor dinero ha estado imperando en todas las áreas sociales y en especial en nuestro país; en nuestros días la obsesión por el dinero es enfermiza, por ese motivo en algunos países de Latinoamérica ha habido tantos casos de corrupción.
Y aun así, algunos han cambiado el curso de la historia y han contribuido a que nuestra vida sea como es.