Ibarra marcó la vida de Julio César Trujillo

LEGADO. Las vivencias del doctor Trujillo en Ibarra se enmarcan en el deporte y el estudio. En el colegio Sánchez y Cifuentes se graduó y luego fue invitado a múltiples actos, como en el de la gráfica.
LEGADO. Las vivencias del doctor Trujillo en Ibarra se enmarcan en el deporte y el estudio. En el colegio Sánchez y Cifuentes se graduó y luego fue invitado a múltiples actos, como en el de la gráfica.
Estudios. En las instalaciones del Sánchez y Cifuentes aún reposa una de las actas de matrícula de Julio César Trujillo.
Estudios. En las instalaciones del Sánchez y Cifuentes aún reposa una de las actas de matrícula de Julio César Trujillo.
Personaje. El año pasado tuvo sus últimos actos públicos en Ibarra, donde fue homenajeado por su labor en el Consejo de Participación y su legado histórico.
Personaje. El año pasado tuvo sus últimos actos públicos en Ibarra, donde fue homenajeado por su labor en el Consejo de Participación y su legado histórico.

Ibarra

La infancia de Julio César Trujillo por las calles de Ibarra aún está presente. El joven humilde que se formaba entre los estudios y el deporte, no sabría en esos años lo que el destino le tenía preparado. Nacido en 1931, estudió en La Salle y se graduó en el colegio Sánchez y Cifuentes.

José Villalba Subía fue su amigo en el bachillerato. Él recuerda que el doctor Trujillo vivía en Caranqui, La Esperanza, con su familia. Como en esos años no había muchas unidades de transporte público para movilizarse, caminaba mucho. De la casa de hacienda al colegio y viceversa.

“Él era muy buen basquetbolista. Fuimos campeones nacionales en el torneo celebrado en la ciudad de Riobamba, en el año de 1948. Nosotros éramos de la selección del colegio Sánchez y Cifuentes. Siempre entrenábamos en las noches y él tenía que venir a pie. Era el primero que llegaba”, recuerda Villalba Subía.

Agrega que los partidos culminaban cerca de la medianoche y Trujillo tenía que volverse a pie. Siempre con la misma energía y sonriente, recuerda su amigo. “Él era un hombre sumamente correcto. Cuando era oportuno hacer un chiste, lo hacía. Pero él era dedicado al colegio, al básquet y al estudio”.

Menciona que por esos años a Trujillo no le gustaba tanto la política. Sus dos facetas estaban enmarcadas, sobre todo, en la academia y el deporte.

Campeonato nacional

En el torneo en Riobamba participaron colegios de la ciudad que organizaba, además de Quito, Ambato, Imbabura, Guayaquil y Cuenca. “Nosotros tuvimos la suerte de ganarle al San Gabriel, que habían sido finalistas años atrás. Y también le ganamos a La Salle”, dice Villalba Subía.

Con una sonrisa en el rostro, agrega que cuando llegaron al campeonato, la gente no conocía mucho sobre su equipo. Había selecciones más sonadas y favoritas, sin embargo, al ir ganando los partidos, el nombre de la ciudad de Ibarra y del colegio Sánchez y Cifuentes fue creciendo.

“La final fue con el Borja, de Cuenca. Nos ganaban ellos con un punto, pero remontamos el marcador. Al final triunfamos 71 a 69. Él solía decirme ‘Flaco’. Yo le decía ‘Bermejo’. Tuvimos un gran equipo y estuvimos muy alegres por nuestro título”, rememora.

Estudios

Después de graduarse de bachiller, Julio César Trujillo dejó Ibarra y se fue hacia Quito. En la capital se licenció como doctor en Jurisprudencia, por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, donde fue profesor y decano. Como abogado, ejerció la práctica profesional en el derecho constitucional y social.

“En la universidad alguna vez nos encontramos. Le dije: ¿qué haces por aquí? Es que por aquí vivo, vine a recibir un poquito de sol, me dijo. Y qué haces el resto del tiempo, le pregunté. Estudiar, respondió”, comenta don José Villalba Subía.

Si bien vivía en Quito, Trujillo cada tanto regresaba a Ibarra, para visitar a su familia. En estos retornos a veces se encontraba con sus amigos del colegio, con los que compartió la pasión por el básquet. “Él era un buen estudiante. Y recuerdo que la materia que más le gustaba en el colegio era sociales. Por eso se hizo abogado”.

Autoridades se pronunciaron

El fallecimiento del doctor Trujillo conmocionó al Ecuador. Se generaron varias muestras de solidaridad y recuerdo en honor a su memoria.

El prefecto de Imbabura, Pablo Jurado, dijo que la provincia y el país ha perdido a un gran demócrata, defensor de los derechos humanos y de los trabajadores.

“Julio César Trujillo demostró que con esfuerzo y sacrificio se puede salir adelante. Para nosotros, los imbabureños, nos queda un legado de que se puede trabajar con transparencia, de cómo con base en la lucha se puede reclamar los derechos de todo un conglomerado”, dijo Jurado.

Fernando Revelo, presidente de la Casa de la Cultura Núcleo de Imbabura, indicó que Julio César Trujillo representa a un líder carismático indiscutible. “Un ardoroso defensor de la democracia en el país. Un hombre que luchó desde abajo por rescatar la dignidad del ser humano. Un hombre que luchó por los derechos de los trabajadores”. (PTEG)

Mi vida en el Sánchez

Son muchos los recuerdos que guardo de mi querido colegio. En ese entonces el Sánchez y Cifuentes era gratuito, por lo que nunca existió distinción social, donde solo se matriculaban los estudiantes que en verdad querían estudiar y tener una buena formación moral, religiosa y científica.

El Padre Ernesto Flores tenía su fama de severo, inspiraba respeto solo con su presencia; el inspector Carlos Barahona, un militar retirado que mantenía la disciplina con muy buenos modales, nunca nos maltrató. Fui seleccionado del equipo de básquet, llegando a ser campeones nacionales. También fui campeón provincial de salto largo.

Seguí la especialidad Físico Matemático y mi preferencia por las Ciencias Sociales me hizo estudiar para ser abogado de los tribunales y doctor en Jurisprudencia en la Pontificia Universidad Católica.

Desempeñé el cargo de legislador de elección popular por Pichincha e Imbabura. He tenido honores como el de ser Defensor del Pueblo elegido por unanimidad en el Congreso y Presidente de Tribunal de Garantías Constitucionales. Fui Vicerrector de la Universidad Católica y Decano de la Facultad de Jurisprudencia.

(Esta nota la escribió Julio César Trujillo, en 2012, en la revista del colegio salesiano Sánchez y Cifuentes, al conmemorar sus 75 años de vida institucional)

DATO

Julio César Trujillo se graduó del colegio Sánchez y Cifuentes en la promoción 1950 – 1951.

“Él era un hombre sumamente correcto, dedicado al colegio, al básquet y al estudio. Yo le decía ‘Bermejo’ y el me decía ‘Flaco’”.

José Villalba Subía

Compañero de bachillerato

“Julio César Trujillo demostró que con esfuerzo y sacrificio, se puede salir adelante”.

Pablo Jurado

Prefecto de Imbabura

“Julio César Trujillo representa a un líder carismático indiscutible”.

Fernando Revelo

Presidente de la CCE Núcleo de Imbabura