Asamblea Constituyente

Miguel Méndez Guerrero

Aún no sabemos el rumbo que va a tomar nuestro país, lo que sí estamos aterrados es con los actos y hechos de corrupción diaria a todo nivel, lo que ha generado malestar y desconfianza en los ecuatorianos que aspiramos vivir en paz y armonía.

Ante esto son numerosos los comentarios que leemos y escuchamos especialmente de quienes aspiran gobernar en la función ejecutiva, que es la que determina la estructura del Estado, la Función Legislativa ya conocemos cómo se va a desarrollar por la serie de negociados y amarres de alto nivel que ya se están dando, hasta el punto de que se toman el nombre del pueblo para en unos casos apoyar sus tesis y en otros “dejar a voluntad de su electorado”, tamaña irresponsabilidad, acordándonos que estamos a las puertas de la semana mayor y se lavan las manos como Poncio Pilatos.

Espero que mi posición sea sustentada en forma legal, moral y consuetudinaria, estoy de acuerdo con que se llame a una Constituyente en donde se elijan delegados con principios morales y éticos a que redacten una nueva Constitución, en la que se determine claramente que cada función del Estado cumpla con su rol y no esté supeditada al mejor postor; que la Función legislativa legisle en beneficio de los grandes intereses nacionales; que la Función judicial sea completamente independiente, es decir que salgan desde el conserje hasta el Ministro de mayor rango y se designe gente proba que sí la hay; que la función electoral sea transparente sin añadiduras, ni intereses de grupos minúsculos; que desaparezca el mal llamado Consejo de Participación que ha dado desde su inicio mal ejemplo y que de verdad la soberanía radique en el pueblo.

No le tengamos miedo nosotros decidiremos a quienes elegimos como Asambleístas, para su único fin redactar una nueva constitución que sean consultada a los mandantes y luego ratificarla en un referéndum. ¿Qué les parece?

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