Halagadora noticia

POR: José Albuja Chaves

De fuentes oficiales, en la propia Gobernación de Imbabura, obtengo muy cordialmente la halagadora y anhelada información de que el edificio situado en la esquina de Bolívar y Flores, abandonado por varios años y en un franco proceso de destrucción estructural y de ornamentación, por fin ha pasado a propiedad del ente gubernamental mediante escritura pública, trámites engorrosos previos que han sido sorteados, pues en el devenir del tiempo aparecieron varios propietarios que antes que defender lo suyo a cambio descuidaron un bien patrimonial de la ciudad, hasta volverlo indefenso de las adversidades del tiempo, inhabitable y con riesgos inminentes de su colapso verdadero.

Así pues, Corte Provincial de Justicia, Judicatura, Banco Central y, a lo mejor, hasta el propio Municipio, ya no podrán argüir propiedad alguna sobre el referido predio, quedando así, felizmente, con un solo propietario como es la propia Gobernación.

Y la noticia es más halagüeña, en vista de que, al parecer, en el Instituto de Patrimonio Nacional, existiría una partida económica específica con algún recurso disponible como para destinarlo a la restauración, recuperación y uso posterior de semejante edificación, aunque sea por etapas, para así ver culminado un postergado anhelo de que semejante portento, levantado en el siglo pasado a partir de 1915, vaya completando un proceso de recuperación del entorno del parque Pedro Moncayo, el mismo que con su Patrono, sus templos y pretiles; el edificio municipal que espera devolvernos su histórico Salón; el Torreón, la Casa de la Ibarreñidad –otra vez en descuido-, el Colegio Nacional, se constituyan en la muestra viva de la identidad de esta Ciudad Blanca, y contagien, de esta manera, el rescate de todo lo que constituye el Centro Histórico de esta primaveral ciudad, cuyo verdadero propietario por historia acumulada es el pueblo ibarreño y sus extasiados visitantes.

¡Y que su hermosa y especial fachada la cubran de blanco!