Cotacachi, tierra de artesanos creativos

Artesanía. Varias familias crean emprendimientos en el cantón Cotacachi. Sus manos son sus instrumentos.
Artesanía. Varias familias crean emprendimientos en el cantón Cotacachi. Sus manos son sus instrumentos.

Cotacachi

La riqueza y biodiversidad de Cotacachi constituyen un escenario incomparable para el emprendimiento y producción de una variedad de artículos. Las manos de sus hábiles artesanos dan forma a la materia prima como la cabuya, el cuero y la madera.

En la zona de Íntag se muestran varios emprendimientos productivos ligados al uso responsable de las bondades de la naturaleza, como la elaboración de shampoo, cremas y jabones a base de aloe vera.

Otra alternativa es la producción de café, elaboración de artesanías de cabuya, entre otros.

Emprendedores

Omar Sevilla, artesano de la madera, nacido en la parroquia Vacas Galindo, a los 15 años migró a la ciudad de Ibarra, donde trabajó y aprendió el oficio.

Hace más de dos años regresó para trabajar junto a su esposa y una vecina en la elaboración de artesanías de madera en Cotacachi. Actualmente vive en el sector La Plata, parroquia de García Moreno.

Trabaja con madera cultivada en la zona. La elaboración de sus productos tarda entre dos a tres meses, debido al proceso de recolección y secado de la materia prima.

“Nosotros cosechamos la madera dependiendo de la luna. Eso es lo que nos enseñaron nuestros abuelos”, explica Omar.

En la actualidad, elabora todo tipo de artesanías, desde frutas en miniatura hasta floreros grandes, además de servilleteros, cajas de té y juegos didácticos, como trenes y aviones.

Su principal mercado es Quito, a través de un intermediario que distribuye sus productos en centros comerciales. También realiza envíos a Cuenca y Riobamba, y ofrecen las artesanías a turistas y visitantes de la zona.

Los precios de venta varían de acuerdo a la artesanía. Por ejemplo, los servilleteros al por mayor se entregan en 6 dólares. Los floreros más grandes, con un diámetro de 28 a 30 centímetros y un metro de alto, pueden costar entre 70 y 80 dólares. Los veleros unos 25, y los fruteros que vienen con ocho frutas 35 dólares.

Los productos se entregan con una garantía de seis meses, que cubre casos en que se parta la madera o se deprima la pintura. “Traen el producto que se dañó y se devuelve otro similar”, explica el artesano. “La garantía no cubre rupturas por caídas, sin embargo, pueden arreglarlas sin ningún costo”.

Comercio internacional

Sevilla comentó que tiene planes para ingresar en el mercado internacional, de esta manera generar empleo para la comunidad y la zona de Íntag, así como compartir sus conocimientos con otras personas, fomentando el empleo en jóvenes interesados en iniciar sus propios negocios.

El mensaje de este artesano cotacacheño, en especial para los jóvenes de Íntag, es que “podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos siempre y cuando nos dediquemos”.

“Tenemos muchas alternativas, la primera es dedicarnos a trabajar en muchos tipos de artesanías, otra es el turismo, turismo comunitario. Tenemos lugares maravillosos. A la gente de la ciudad, así como extranjeros, le gusta nuestras tierras. La juventud puede hacer y apoyar el turismo, pero a veces falta una iniciativa, a veces las personas somos indecisas. La idea es animarnos, ser positivos, que las cosas se consiguen cuando uno se propone y por eso estamos aquí”. (FCDL)

TOME NOTA

Para contactarse con este emprendedor puede hacerlo al 063 050 928, o a través de su Facebook/lixtonsevilla