La contaminación

POR: Manuel Báez R.

Lamentablemente la ciudad de Ibarra tiene contaminación por todos los ángulos, pues hay contaminación visual, auditiva, el aire tiene la estúpida contaminación con los gases pesados que diariamente arroja el funcionamiento de automotores que circulan por todas las calles de la ciudad. De igual manera estos mismos vehículos hacen guerra de “pitos”, especialmente los taxis que atienden llamadas a domicilio, ocasionando a la población serios inconvenientes auditivos.

La contaminación visual está presente especialmente en las avenidas, que fueron construidas hace muchos años sin cumplir con las normas urbanísticas que consagran como vías ámplias con árboles a los lados, o sea, nuestras avenidas tienen árboles y esculturas de altos personajes en el centro; en fin, podríamos citar más factores contaminantes.

En estas circunstancias no podríamos honrar aquella resolución de la Unesco que adjudicó el Geoparque a la provincia de Imbabura. Si la capital tiene como patrimonio esta torpe cantidad de contaminación de diferentes formas.

Con el fin de corregir estas anomalías me permito recordar lo siguiente: La ciudad es el campo en el que una unidad viva recibe estímulos reales, más aún si consideramos la actividad vital como una respuesta a estos estímulos, puesto que es el conjunto de factores externos.

Por otro lado, cualquier fluido que rodea un cuerpo es un conjunto de factores externos capaces de influir en un organismo, grupo o sector social; sencillamente es la inquietud de un conglomerado de habitantes respecto de alguien o de algo.

Este punto de vista solo tiene el firme propósito de marchar adelante, como la ciudad de un futuro cercano y acorde con la tranquilidad que necesita la gente que diariamente anhela la prosperidad.