¿Los ingresos mineros de Ecuador deben ir a un fondo de ahorro?

PROYECTO. Mirador inició producción y espera generar 2.250 millones de dólares a futuro.
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Los ministerios de Energía y Economía proyectan que la actividad de extracción de minerales preciosos podría llegar al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2021; es decir, entre 4.000 y 5.000 millones de dólares. Las exportaciones también superarían los 3.800 millones. Incluso, el Banco Central del Ecuador (BCE) es más optimista y habla de, al menos, 6.000 millones de ingresos.

Fernando Santos Alvite, exministro de Energía, comentó que es optimista sobre el potencial en ingresos e inversión extranjera que pueden llegar al país vía el desarrollo de la industria minera, en todos sus niveles, no solo a gran escala. Pero que se deben precisar y transparentar los montos.

Con esto concuerda Santiago García, economista y docente de la Universidad Central del Ecuador. “Se necesita depurar las cifras. Todavía estamos especulando sobre valores estimados. Aunque el potencial es innegable, tanto para decir que estamos a puertas de un verdadero ‘boom’ minero”, señaló.

¿Qué hacer con esos recursos?
En este sentido, la mayor preocupación de Santos Alvite es que todos los recursos, o la gran mayoría de ellos, se malgasten en burocracia, gasto improductivo y hasta el pago de deuda pública. “Debemos seguir el ejemplo de países como Noruega, donde por varias décadas se ahorró el 30% del ingreso petrolero. Ahora, si sus 7 millones de habitantes dejaran de trabajar, podrían recibir 100.000 dólares al año”, explicó.

Además, considera que el mejor mecanismo sería configurar un fideicomiso con vigilancia, tanto del sector público como del privado. Asimismo, podrían participar gremios profesionales, universidades y hasta organismos internacionales.

García está de acuerdo con un fondo, pero no como los fondos de estabilización fiscal que se crearon a inicios del 2000. “Como académicos de la (Universidad) Central estamos trabajando en una propuesta de fondo productivo, donde los recursos vayan a crédito, asistencia técnica y proyectos de alto impacto social”, acotó.

También recalcó que la mejor manera es a través de un fideicomiso, con todos los controles y donde los recursos se canalicen a través de la Economía Popular y Solidaria y la banca pública.

Deberían destinarse a inversiones
Danilo Albán, miembro del Foro de Economía Alternativa, no está de acuerdo con que se ahorren, sin más, los ingresos mineros. “Si se busca lo guardado en un banco extranjero, sin ningún tipo de aporte a la economía nacional, sería completamente errado”, aseveró.

EL DATO
En 2018, el sector minero contribuyó con el 53% de la Inversión Extranjera directa (IED), o sea, $552 millones.En su lugar considera que, en este momento de recesión y hasta crecimiento negativo, los valores de la actividad minera deberían destinarse a inversiones como infraestructura, hospitales, facilidades tecnológicas, capital humano y crédito productivo.

“No existen fórmulas mágicas para evitar que una parte del dinero de los recursos naturales se pierda en la corrupción. Lo único efectivo es tener instituciones fuertes, con división de poderes y sin grupos de presión que busquen hacer negocios con el Estado y sus recursos”, puntualizó Albán.

Por esto, García recalcó que se deben poner reglas claras, y el mal uso de fondos debe ser penado con la cárcel, como ocurre en cualquier fideicomiso. “Se debe eliminar la discrecionalidad y, si es necesario, elaborar una ley específica para el uso de las rentas mineras”, añadió.

Una parte de esos recursos debería apartarse para reparaciones ambientales y proyectos prioritarios con las comunidades vecinas a las minas. (JS)

Correa eliminó ‘los fonditos’
° En los tiempos en que Rafael Correa gobernó Ecuador, siempre criticó los fondos de ahorro, a los que llamaba “fonditos” en reiteradas ocasiones, sobre todo en sus ‘enlaces ciudadanos’ de todos los sábados. Incluso en su discurso del 24 de mayo de 2016, en su Informe a la Nación, se refirió sobre el Feirep (Fondo de Estabilización, Inversión y Reducción del Endeudamiento Público), al que cuestionó porque “limitaba todo gasto público, salvo el servicio de deuda”.

En esa fecha señaló que el 70% del Feirep se orientó a la recompra de la deuda pública, que era el más claro ejemplo del ‘imperio del capital’ y que un solo 10% se utilizaba para el desarrollo. (DAG)