La vida, una continua agonía

Manuel Castro M.

Agonía es lucha. Hoy queremos salir en el Ecuador de la crisis económica. Lo cierto es que el futuro se hace hoy. Platón dice que “tiempo es imagen de lo eterno”, por tanto -según Borges- “el futuro es el alma hacia el porvenir”.

Tales visionarios pensamientos surgen al conocer un estudio dirigido al Presidente de la República por el Colegio de Economistas de Pichincha, en el que se afirma que “La situación económica y financiera del Ecuador sigue frágil y débil” y que “La incertidumbre , la frustración y la desorientación de la ciudadanía con respecto al rumbo futuro de la economía del país, forman parte del convivir diario de los ecuatorianos.”

Tal documento, social y técnico, debe ser conocido en toda su amplitud por quienes dirigen la economía del país, sector público y privado, porque si bien nadie es dueño de la verdad absoluta, su análisis puede ayudar a enfrentar la crisis económica que la sufrimos todos los ecuatorianos, sin visos de una clara solución, o que se da con alarmante lentitud, lo cual hará que tales medidas sean inservibles. Pues aparte del olvido, todo cambia, desde la tecnología hasta las ideologías. Por tanto, no hay que dar ni un minuto a la pereza.

Se sostiene en el documento que “Las semillas del descontento y la frustración social frente a dicha situación acompañada de una intensa ola de corrupción del pasado y del presente, están creando una situación intensamente peligrosa para la estabilidad social y política del país”. Aseveración cierta, pues los pueblos, ciegamente buscan la solución en el “engaño populista”, como en Venezuela, Cuba, Nicaragua y tal vez en Argentina.

El documento sostiene que “El modelo económico del pasado (2007-2016) no solo que se agotó, sino que fue un fracaso total y absoluto.” Y que el Gobierno ha desperdiciado casi dos años de su período, con medidas insuficientes.

Demanda una reforma estructural: tributaria y fiscal, laboral, monetaria y financiera, de la Seguridad Social, arancelaria. Reformas que debe apoyar el Gobierno para que las apruebe la Asamblea Nacional. Aún se “atreve” a pedir el incremento del IVA.

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