El centro histórico de Ibarra entra a competir

POR: Jorge Madera Castillo

Para la Junta de Rescate Patrimonial que ha venido estudiando y analizando la materia durante tres años con mucho asesoramiento, están muy claros los factores que deben jugar en la transformación del centro histórico de Ibarra. Primeramente, si bien existe allí un gran número de habitantes que quizá es el sector mejor dotado de servicios públicos, se procurará que se densifique con vivienda de calidad, que las casonas sean “re funcionalizadas” conservando su característica patrimonial para que sus espacios interiores sean mejor aprovechados, y que las edificaciones modernas al menos transformen sus fachadas para ponerlas a tono con el estilo de la ciudad. Luego, que la actividad comercial y de servicios experimente un escalamiento en cuanto a calidad y ampliación de su oferta, extendiéndose hasta altas horas de la noche y durante fines de semana y feriados; y, que los servicios públicos continúen y se afiancen allí.

Finalmente, que toda la riqueza histórica y cultural hoy todavía oculta, sea puesta en valor y ofertada al turismo cultural. Todo esto acompañado de un buen plan de movilidad y una estrategia promocional permanente y de incentivos por parte de la municipalidad. El empresario suele responder con prontitud a los estímulos del sector público. Los negocios florecen donde existe tráfico de personas, es uno de los principios de la actividad comercial. Si se llega a conseguir estos elementos, habremos conseguido estructurar el producto turístico más potente de la región norte.

Si me llegasen a ofrecer en venta un bello y cómodo departamento de vivienda en este lugar donde pueda volver a habitar disfrutando ese entorno y las hermosas calles llenas de historia, dotado de espacios públicos seguros, preciosos y moderadamente activos hasta altas horas de la noche, donde pueda salir a disfrutar todos los servicios que éste ofrece, entonces el centro histórico habrá entrado a ser un fuerte competidor en materia de vivienda de calidad.

Por otro lado, si para cualquier ciudadano local o foráneo le llegase a resultar más agradable y conveniente realizar sus compras en el centro histórico, lugar único y diferente, donde se encuentre toda la oferta de productos y servicios originarios de la región y también tiendas de cadenas nacionales los 365 días del año, 16 horas al día y que para eso pueda estacionar su vehículo y caminar de tiendas por las hermosas veredas, espacios peatonales con seguridad y agrado, entonces podremos decir que el centro histórico habrá entrado a ser un fuerte competidor comercial y de servicios, totalmente diferenciado por su calidad. Y por último, si pronto llegásemos a ver llegar buses y furgonetas con turistas extranjeros no solamente para hacer cortos recorridos sino para quedarse más de una noche, estaríamos hablando de que el producto turístico ha funcionado.

Todo esto se puede y debe hacer, siempre y cuando la municipalidad, los empresarios y los habitantes entendamos el concepto y el objetivo, y nos tomemos de las manos.

¡Claro que se puede!