Juicio en caso Diana Carolina se realiza en privado

DECESO. Los restos de Diana Carolina, luego de que su vida y la del bebé que esperaba, intentó ser salvada, pero la gravedad de sus heridas no lo permitieron. En este sitio le dio las puñaladas.
DECESO. Los restos de Diana Carolina, luego de que su vida y la del bebé que esperaba, intentó ser salvada, pero la gravedad de sus heridas no lo permitieron. En este sitio le dio las puñaladas.

Redacción IBARRA

A puerta cerrada se llevó a cabo, ayer, el inicio de una de las audiencias más esperadas en este 2019. Se trata del caso que mayor conmoción generó a nivel nacional e internacional, cuando el extranjero Jordy L., cegó la vida de Diana Carolina Ramírez, quien además, al momento de su ataque, tenía casi un trimestre de embarazo.

Dieron las 08:30 y el evento judicial, empezó. Familiares de la víctima llegaron para clamar justicia. El Tribunal de Garantías Penales designado para este hecho, deliberó brevemente antes de comenzar con la evacuación del proceso y testigos, para determinar si la audiencia se realizaría de forma pública o privada, pero finalmente optaron por hacerla reservada.

Mientras tanto, un gran número de testigos se encontraban a la espera de ser llamados a declarar. El banquillo de los acusados fue reemplazado por una pantalla en la que aparecía la imagen del causante del brutal hecho de sangre que se suscitó el pasado 20 de enero de este año. Y es que el procesado no fue traído a comparecer físicamente, por cuanto se encuentra apresado en la cárcel de máxima seguridad de Latacunga. Hasta el término de esta cobertura, el juicio no llegaba a su fin, pues los testigos continuaban rindiendo su declaración ante los magistrados. Se espera que hoy, la audiencia concluya, y conocer el veredicto.

Queda en la memoria

Para los allegados y conocidos de Diana Carolina, los hechos de aquella trágica noche no se han borrado de sus mentes, así como de la de la mayor parte de personas que no solo presenciaron el violento suceso, sino que conocieron del mismo a través de los videos que inundaron las redes sociales, uno de ellos, gráficamente muestra la frialdad con la que el venezolano, acuchilló por reiteradas ocasiones a su pareja sentimental en frente de decenas de personas, en el cruce de las calles Luis Cabezas Borja y Pedro Moncayo.

Violencia de género

Bajo este precepto se manejó el caso, pues al tratarse de un acto de violencia intrafamiliar que terminó en tragedia, se decidió mantener privacidad en el proceso. Por lo que en aquel entonces se conoció, el sujeto tomó a manera de rehén a Diana, sacándola con un cuchillo apretando su cuello desde un patio de comidas del centro de Ibarra, caminando varias cuadras con la amenazada mujer, hasta llegar a la dirección antes descrita, donde a gritos pedía que quienes estaban en el sitio se fueran, pero nadie se retiró del lugar. La policía acordonó el sito, y los pedidos de que dejara ir a la mujer fueron omitidos por el enardecido sujeto, quien al verse rodeado, en su desesperación, terminó por herir a su mujer hasta matarla, pues aunque Diana fue sacada en una ambulancia, la gravedad de las heridas que tenía no permitieron que siga con vida.

La valoración médico forense determinó que la mujer recibió dos puñaladas a la altura de sus senos, una de ellas no ocasionó mayor perjuicio, mientras que la otra comprometió su corazón pues una herida con cerca de 10 centímetros de profundidad, alcanzaron a perforar un centímetro y medio de su corazón, ocasionándole una hemorragia interna que llenó de fluido sanguíneo su pulmón izquierdo . Un feto de dos centímetros y aproximadamente 12 semanas de edad gestacional fue encontrado en su vientre. (MAGC)

Ciudadanía se levantó ante el crimen

El hecho movilizó a decenas de personas, quienes al día siguiente de la agresión, se dieron cita en el parque Ciudad Blanca, clamando justicia. Autoridades policiales y la Ministra de Gobierno llegaron al ECU – 911, desde donde se pronunciaron al respecto de estos hechos. Mientras que a esa misma hora, el aprehendido estaba siendo procesado en el Comando de Imbabura, pues se temía que pudiera ser buscado para ser linchado por turbas ciudadanas que la noche del acto brutal, pretendían golpearlo. (MAGC)