Las bibliotecas celebran hoy su día

LIBROS. Las bibliotecas se encuentran en distintas zonas de la ciudad.
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LIBROS. Las bibliotecas se encuentran en distintas zonas de la ciudad.
LIBROS. Las bibliotecas se encuentran en distintas zonas de la ciudad.

Ibarra

Desde 1997, cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. En esta fecha se resalta la importancia que tienen estos lugares en la historia de la humanidad, como resguardo de la cultura o las creencias. Se conmemora, además, la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992, durante el conflicto de los Balcanes.

Según la Unesco, las bibliotecas se pueden clasificar atendiendo a varios criterios, pero las más utilizadas son las nacionales, universitarias, escolares, especializadas y públicas. Sin embargo, algunas de las nuevas fórmulas son los bibliobuses y las bebetecas.

Claudia Bugueño Núñez, coordinadora de BiblioRecreo, indica que las bibliotecas son espacios donde confluyen el pensamiento y la creación universal. “Este espacio es muchas veces un no lugar, porque la noción del tiempo es aquí muy relativa”.

Agrega que deben constituirse en zonas donde se tejan afectos y diálogos sobre lo que gusta, inquieta o preocupa. “Deben ser lugares de encuentro, conocimiento y reconocimiento de una comunidad o colectivo que tiene el derecho de acceder al libro”.

Bibliotecas en Ibarra

Las bibliotecas en la ‘Ciudad Blanca’ son variadas y depende de lo que esté buscando cada persona.

Por ejemplo, la de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Imbabura contiene muchas obras narrativas, mientras que la del Centro Cultural Daniel Reyes, en San Antonio de Ibarra, a muchos autores contemporáneos.

La biblioteca del colegio Teodoro Gómez, en cambio, es de carácter estudiantil, pero muy nutrida para cualquier lector.

Jorge Luis Narváez, director del Centro Cultural El Cuartel, dice que le gusta la biblioteca del Ministerio de Cultura en Ibarra, porque tiene una cantidad increíble de libros especializados en antropología. Sin embargo, esa no es la única que recomienda, sino también la del Municipio.

“Para mí la de la municipalidad es la primera biblioteca de Ibarra, porque tiene los documentos extraordinarios, literarios e históricos de la colección donada por Pedro Moncayo”, refiere.

Bibliotecas personales

César Chávez, escritor y bibliotecario del Centro Cultural Benjamín Carrión, indica que la biblioteca puede representarse en metáforas. Por ejemplo, como un laberinto de pérdidas y encuentros, de hallazgos y confrontaciones; o como un paraíso del que se es expulsado por la sociedad y al que se aspira a volver. Porque ahí está la calidez, la hospitalidad, la posibilidad de encontrarse con el otro.

“La biblioteca es un fuego, es donde se quema la ignorancia, el prejuicio, pues nos confronta con nuestras limitaciones, pero también con nuestras posibilidades”, menciona.

Mientras que Santiago Vizcaíno, escritor y director del Centro de Publicaciones de la Universidad Católica, indica que toda biblioteca personal es una utopía, un no lugar.

“Acumular libros no significa acumular conocimiento, lo que acumulamos es el objeto, es decir, el sustituto. En esa sustitución opera el deseo de lo que el objeto contiene”. Y señala que ir más allá del objeto, es abrirse al desborde. “La bibliofilia consiste, entonces, en la acumulación del deseo. El objeto nos contiene en su porvenir, en su posibilidad, y a ella sucumbimos”. (PTEG)

TOME NOTA

La Biblioteca Municipal de Ibarra incluye una sala virtual, con una veintena de computadoras que ofrecen servicio de Internet. Además, hay una hemeroteca que guarda distintos periódicos.

Ibarra

Desde 1997, cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. En esta fecha se resalta la importancia que tienen estos lugares en la historia de la humanidad, como resguardo de la cultura o las creencias. Se conmemora, además, la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992, durante el conflicto de los Balcanes.

Según la Unesco, las bibliotecas se pueden clasificar atendiendo a varios criterios, pero las más utilizadas son las nacionales, universitarias, escolares, especializadas y públicas. Sin embargo, algunas de las nuevas fórmulas son los bibliobuses y las bebetecas.

Claudia Bugueño Núñez, coordinadora de BiblioRecreo, indica que las bibliotecas son espacios donde confluyen el pensamiento y la creación universal. “Este espacio es muchas veces un no lugar, porque la noción del tiempo es aquí muy relativa”.

Agrega que deben constituirse en zonas donde se tejan afectos y diálogos sobre lo que gusta, inquieta o preocupa. “Deben ser lugares de encuentro, conocimiento y reconocimiento de una comunidad o colectivo que tiene el derecho de acceder al libro”.

Bibliotecas en Ibarra

Las bibliotecas en la ‘Ciudad Blanca’ son variadas y depende de lo que esté buscando cada persona.

Por ejemplo, la de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Imbabura contiene muchas obras narrativas, mientras que la del Centro Cultural Daniel Reyes, en San Antonio de Ibarra, a muchos autores contemporáneos.

La biblioteca del colegio Teodoro Gómez, en cambio, es de carácter estudiantil, pero muy nutrida para cualquier lector.

Jorge Luis Narváez, director del Centro Cultural El Cuartel, dice que le gusta la biblioteca del Ministerio de Cultura en Ibarra, porque tiene una cantidad increíble de libros especializados en antropología. Sin embargo, esa no es la única que recomienda, sino también la del Municipio.

“Para mí la de la municipalidad es la primera biblioteca de Ibarra, porque tiene los documentos extraordinarios, literarios e históricos de la colección donada por Pedro Moncayo”, refiere.

Bibliotecas personales

César Chávez, escritor y bibliotecario del Centro Cultural Benjamín Carrión, indica que la biblioteca puede representarse en metáforas. Por ejemplo, como un laberinto de pérdidas y encuentros, de hallazgos y confrontaciones; o como un paraíso del que se es expulsado por la sociedad y al que se aspira a volver. Porque ahí está la calidez, la hospitalidad, la posibilidad de encontrarse con el otro.

“La biblioteca es un fuego, es donde se quema la ignorancia, el prejuicio, pues nos confronta con nuestras limitaciones, pero también con nuestras posibilidades”, menciona.

Mientras que Santiago Vizcaíno, escritor y director del Centro de Publicaciones de la Universidad Católica, indica que toda biblioteca personal es una utopía, un no lugar.

“Acumular libros no significa acumular conocimiento, lo que acumulamos es el objeto, es decir, el sustituto. En esa sustitución opera el deseo de lo que el objeto contiene”. Y señala que ir más allá del objeto, es abrirse al desborde. “La bibliofilia consiste, entonces, en la acumulación del deseo. El objeto nos contiene en su porvenir, en su posibilidad, y a ella sucumbimos”. (PTEG)

TOME NOTA

La Biblioteca Municipal de Ibarra incluye una sala virtual, con una veintena de computadoras que ofrecen servicio de Internet. Además, hay una hemeroteca que guarda distintos periódicos.

Ibarra

Desde 1997, cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. En esta fecha se resalta la importancia que tienen estos lugares en la historia de la humanidad, como resguardo de la cultura o las creencias. Se conmemora, además, la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992, durante el conflicto de los Balcanes.

Según la Unesco, las bibliotecas se pueden clasificar atendiendo a varios criterios, pero las más utilizadas son las nacionales, universitarias, escolares, especializadas y públicas. Sin embargo, algunas de las nuevas fórmulas son los bibliobuses y las bebetecas.

Claudia Bugueño Núñez, coordinadora de BiblioRecreo, indica que las bibliotecas son espacios donde confluyen el pensamiento y la creación universal. “Este espacio es muchas veces un no lugar, porque la noción del tiempo es aquí muy relativa”.

Agrega que deben constituirse en zonas donde se tejan afectos y diálogos sobre lo que gusta, inquieta o preocupa. “Deben ser lugares de encuentro, conocimiento y reconocimiento de una comunidad o colectivo que tiene el derecho de acceder al libro”.

Bibliotecas en Ibarra

Las bibliotecas en la ‘Ciudad Blanca’ son variadas y depende de lo que esté buscando cada persona.

Por ejemplo, la de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Imbabura contiene muchas obras narrativas, mientras que la del Centro Cultural Daniel Reyes, en San Antonio de Ibarra, a muchos autores contemporáneos.

La biblioteca del colegio Teodoro Gómez, en cambio, es de carácter estudiantil, pero muy nutrida para cualquier lector.

Jorge Luis Narváez, director del Centro Cultural El Cuartel, dice que le gusta la biblioteca del Ministerio de Cultura en Ibarra, porque tiene una cantidad increíble de libros especializados en antropología. Sin embargo, esa no es la única que recomienda, sino también la del Municipio.

“Para mí la de la municipalidad es la primera biblioteca de Ibarra, porque tiene los documentos extraordinarios, literarios e históricos de la colección donada por Pedro Moncayo”, refiere.

Bibliotecas personales

César Chávez, escritor y bibliotecario del Centro Cultural Benjamín Carrión, indica que la biblioteca puede representarse en metáforas. Por ejemplo, como un laberinto de pérdidas y encuentros, de hallazgos y confrontaciones; o como un paraíso del que se es expulsado por la sociedad y al que se aspira a volver. Porque ahí está la calidez, la hospitalidad, la posibilidad de encontrarse con el otro.

“La biblioteca es un fuego, es donde se quema la ignorancia, el prejuicio, pues nos confronta con nuestras limitaciones, pero también con nuestras posibilidades”, menciona.

Mientras que Santiago Vizcaíno, escritor y director del Centro de Publicaciones de la Universidad Católica, indica que toda biblioteca personal es una utopía, un no lugar.

“Acumular libros no significa acumular conocimiento, lo que acumulamos es el objeto, es decir, el sustituto. En esa sustitución opera el deseo de lo que el objeto contiene”. Y señala que ir más allá del objeto, es abrirse al desborde. “La bibliofilia consiste, entonces, en la acumulación del deseo. El objeto nos contiene en su porvenir, en su posibilidad, y a ella sucumbimos”. (PTEG)

TOME NOTA

La Biblioteca Municipal de Ibarra incluye una sala virtual, con una veintena de computadoras que ofrecen servicio de Internet. Además, hay una hemeroteca que guarda distintos periódicos.

Ibarra

Desde 1997, cada 24 de octubre se celebra el Día Internacional de las Bibliotecas. En esta fecha se resalta la importancia que tienen estos lugares en la historia de la humanidad, como resguardo de la cultura o las creencias. Se conmemora, además, la destrucción de la Biblioteca de Sarajevo, incendiada en 1992, durante el conflicto de los Balcanes.

Según la Unesco, las bibliotecas se pueden clasificar atendiendo a varios criterios, pero las más utilizadas son las nacionales, universitarias, escolares, especializadas y públicas. Sin embargo, algunas de las nuevas fórmulas son los bibliobuses y las bebetecas.

Claudia Bugueño Núñez, coordinadora de BiblioRecreo, indica que las bibliotecas son espacios donde confluyen el pensamiento y la creación universal. “Este espacio es muchas veces un no lugar, porque la noción del tiempo es aquí muy relativa”.

Agrega que deben constituirse en zonas donde se tejan afectos y diálogos sobre lo que gusta, inquieta o preocupa. “Deben ser lugares de encuentro, conocimiento y reconocimiento de una comunidad o colectivo que tiene el derecho de acceder al libro”.

Bibliotecas en Ibarra

Las bibliotecas en la ‘Ciudad Blanca’ son variadas y depende de lo que esté buscando cada persona.

Por ejemplo, la de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Imbabura contiene muchas obras narrativas, mientras que la del Centro Cultural Daniel Reyes, en San Antonio de Ibarra, a muchos autores contemporáneos.

La biblioteca del colegio Teodoro Gómez, en cambio, es de carácter estudiantil, pero muy nutrida para cualquier lector.

Jorge Luis Narváez, director del Centro Cultural El Cuartel, dice que le gusta la biblioteca del Ministerio de Cultura en Ibarra, porque tiene una cantidad increíble de libros especializados en antropología. Sin embargo, esa no es la única que recomienda, sino también la del Municipio.

“Para mí la de la municipalidad es la primera biblioteca de Ibarra, porque tiene los documentos extraordinarios, literarios e históricos de la colección donada por Pedro Moncayo”, refiere.

Bibliotecas personales

César Chávez, escritor y bibliotecario del Centro Cultural Benjamín Carrión, indica que la biblioteca puede representarse en metáforas. Por ejemplo, como un laberinto de pérdidas y encuentros, de hallazgos y confrontaciones; o como un paraíso del que se es expulsado por la sociedad y al que se aspira a volver. Porque ahí está la calidez, la hospitalidad, la posibilidad de encontrarse con el otro.

“La biblioteca es un fuego, es donde se quema la ignorancia, el prejuicio, pues nos confronta con nuestras limitaciones, pero también con nuestras posibilidades”, menciona.

Mientras que Santiago Vizcaíno, escritor y director del Centro de Publicaciones de la Universidad Católica, indica que toda biblioteca personal es una utopía, un no lugar.

“Acumular libros no significa acumular conocimiento, lo que acumulamos es el objeto, es decir, el sustituto. En esa sustitución opera el deseo de lo que el objeto contiene”. Y señala que ir más allá del objeto, es abrirse al desborde. “La bibliofilia consiste, entonces, en la acumulación del deseo. El objeto nos contiene en su porvenir, en su posibilidad, y a ella sucumbimos”. (PTEG)

TOME NOTA

La Biblioteca Municipal de Ibarra incluye una sala virtual, con una veintena de computadoras que ofrecen servicio de Internet. Además, hay una hemeroteca que guarda distintos periódicos.