Encontró a su padre muerto en su terreno

Redacción IBARRA.

Ayer, los restos de José Antonio Espinoza Cañamar, fueron encontrados por su propio hijo, en un terreno de su propiedad al que solía ir a trabajar. El macabro hallazgo fue alertado al ECU – 911, desde donde se despachó a miembros policiales del Móvil Galo Plaza 2.

A su llegada, los uniformados tomaron contacto con un hombre llamado Edgar Vinicio Espinoza Chuquín, quien aseguró que fue quien llegó hasta el espacio de tierra donde su progenitor laboraba, y lo encontró sobre el pasto. Al acercarse a él e intentar reanimarlo, notó que su padre ya no tenía signos vitales, por lo que comunicaron de inmediato el hecho a la Policía. Agentes especializados élite de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Imbabura llegaron al lugar.

No fue muerte violenta

Una minuciosa inspección fue desarrollada por los policías de la Dinased de Imbabura, sobre los restos del infortunado, destacando que no presentaba signos de haber sido violentado o de que se haya defendido de algún posible ataque, por lo que se descartó que el deceso del hombre haya sido violento. Al lugar, acudieron más familiares del occiso, quienes presentaron ante los efectivos investigadores, un certificado médico avalado por un especialista del Centro de Salud de la parroquia de Angochagua, en el que se indicaba que la causa de muerte de José Antonio, habría sido por un paro cardiaco no especificado. Ante esto, los policías indicaron a los parientes del fallecido los trámites respectivos a seguir para el sepelio y sepultura del hombre, pues los allegados del occiso no permitieron que el cadáver sea llevado a la morgue del hospital público de Ibarra, al tratarse de una muerte natural. (MAGC)

CIFRA

70

Años de edad aproximadamente tenía el infortunado.

Redacción IBARRA.

Ayer, los restos de José Antonio Espinoza Cañamar, fueron encontrados por su propio hijo, en un terreno de su propiedad al que solía ir a trabajar. El macabro hallazgo fue alertado al ECU – 911, desde donde se despachó a miembros policiales del Móvil Galo Plaza 2.

A su llegada, los uniformados tomaron contacto con un hombre llamado Edgar Vinicio Espinoza Chuquín, quien aseguró que fue quien llegó hasta el espacio de tierra donde su progenitor laboraba, y lo encontró sobre el pasto. Al acercarse a él e intentar reanimarlo, notó que su padre ya no tenía signos vitales, por lo que comunicaron de inmediato el hecho a la Policía. Agentes especializados élite de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Imbabura llegaron al lugar.

No fue muerte violenta

Una minuciosa inspección fue desarrollada por los policías de la Dinased de Imbabura, sobre los restos del infortunado, destacando que no presentaba signos de haber sido violentado o de que se haya defendido de algún posible ataque, por lo que se descartó que el deceso del hombre haya sido violento. Al lugar, acudieron más familiares del occiso, quienes presentaron ante los efectivos investigadores, un certificado médico avalado por un especialista del Centro de Salud de la parroquia de Angochagua, en el que se indicaba que la causa de muerte de José Antonio, habría sido por un paro cardiaco no especificado. Ante esto, los policías indicaron a los parientes del fallecido los trámites respectivos a seguir para el sepelio y sepultura del hombre, pues los allegados del occiso no permitieron que el cadáver sea llevado a la morgue del hospital público de Ibarra, al tratarse de una muerte natural. (MAGC)

CIFRA

70

Años de edad aproximadamente tenía el infortunado.

Redacción IBARRA.

Ayer, los restos de José Antonio Espinoza Cañamar, fueron encontrados por su propio hijo, en un terreno de su propiedad al que solía ir a trabajar. El macabro hallazgo fue alertado al ECU – 911, desde donde se despachó a miembros policiales del Móvil Galo Plaza 2.

A su llegada, los uniformados tomaron contacto con un hombre llamado Edgar Vinicio Espinoza Chuquín, quien aseguró que fue quien llegó hasta el espacio de tierra donde su progenitor laboraba, y lo encontró sobre el pasto. Al acercarse a él e intentar reanimarlo, notó que su padre ya no tenía signos vitales, por lo que comunicaron de inmediato el hecho a la Policía. Agentes especializados élite de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Imbabura llegaron al lugar.

No fue muerte violenta

Una minuciosa inspección fue desarrollada por los policías de la Dinased de Imbabura, sobre los restos del infortunado, destacando que no presentaba signos de haber sido violentado o de que se haya defendido de algún posible ataque, por lo que se descartó que el deceso del hombre haya sido violento. Al lugar, acudieron más familiares del occiso, quienes presentaron ante los efectivos investigadores, un certificado médico avalado por un especialista del Centro de Salud de la parroquia de Angochagua, en el que se indicaba que la causa de muerte de José Antonio, habría sido por un paro cardiaco no especificado. Ante esto, los policías indicaron a los parientes del fallecido los trámites respectivos a seguir para el sepelio y sepultura del hombre, pues los allegados del occiso no permitieron que el cadáver sea llevado a la morgue del hospital público de Ibarra, al tratarse de una muerte natural. (MAGC)

CIFRA

70

Años de edad aproximadamente tenía el infortunado.

Redacción IBARRA.

Ayer, los restos de José Antonio Espinoza Cañamar, fueron encontrados por su propio hijo, en un terreno de su propiedad al que solía ir a trabajar. El macabro hallazgo fue alertado al ECU – 911, desde donde se despachó a miembros policiales del Móvil Galo Plaza 2.

A su llegada, los uniformados tomaron contacto con un hombre llamado Edgar Vinicio Espinoza Chuquín, quien aseguró que fue quien llegó hasta el espacio de tierra donde su progenitor laboraba, y lo encontró sobre el pasto. Al acercarse a él e intentar reanimarlo, notó que su padre ya no tenía signos vitales, por lo que comunicaron de inmediato el hecho a la Policía. Agentes especializados élite de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Imbabura llegaron al lugar.

No fue muerte violenta

Una minuciosa inspección fue desarrollada por los policías de la Dinased de Imbabura, sobre los restos del infortunado, destacando que no presentaba signos de haber sido violentado o de que se haya defendido de algún posible ataque, por lo que se descartó que el deceso del hombre haya sido violento. Al lugar, acudieron más familiares del occiso, quienes presentaron ante los efectivos investigadores, un certificado médico avalado por un especialista del Centro de Salud de la parroquia de Angochagua, en el que se indicaba que la causa de muerte de José Antonio, habría sido por un paro cardiaco no especificado. Ante esto, los policías indicaron a los parientes del fallecido los trámites respectivos a seguir para el sepelio y sepultura del hombre, pues los allegados del occiso no permitieron que el cadáver sea llevado a la morgue del hospital público de Ibarra, al tratarse de una muerte natural. (MAGC)

CIFRA

70

Años de edad aproximadamente tenía el infortunado.