¿Democracias?

Eduardo F. Naranjo C.

Los humanos somos susceptibles a ser arrastrados por nuestras creencias, las mismas que se sustentan en percepciones y supuestos, que son transformados en verdades, es decir en una suerte de probabilidades donde la carga emocional es su principal componente, por lo que, resulta ineficiente el esfuerzo por crear constructos lógicos que permitan sostener sociedades equilibradas, donde todos tengan cubiertas sus necesidades y vigentes los derechos propuestos por el pensamiento “racional”.

Las palabras no son unívocas permiten interpretaciones diferentes, es necesario precisarlas con el código llamado diccionario, sin embargo, en torno a la llamada “democracia”, es sorprendente saber que, quienes creen en la desigualdad humana sostengan este paradigmático concepto como su visión, en tanto los otros sostienen el mismo concepto, pero buscando igualdad social, donde el clasismo y el racismo sean desterrados, porque la ciencia genética ha demostrado que no hay razón de diferencias.

La salida del presidente boliviano, fue un golpe de estado, que vergonzosamente la mayoría de “primeras planas” calificaron como renuncia, cuando ese tipo de hecho tiene todos los elementos que lo caracterizan, según ‘La técnica del golpe de Estado’, del periodista Curzio Malaparte, demostrándose que la “democracia” se aplica según los dueños del poder.

La llamada izquierda sostiene que es la participación de la totalidad de la población en la riqueza de un país, la llamada derecha cree que democracia es la pirámide del poder, donde están en la punta unos pocos, que tienen debajo un colchón de seguridad llamada clase media, que crearon y mantienen para evitar nivelar la sociedad. En esta búsqueda de certeza conceptual se han producido miles de víctimas inocentes y crédulas.

[email protected]

Eduardo F. Naranjo C.

Los humanos somos susceptibles a ser arrastrados por nuestras creencias, las mismas que se sustentan en percepciones y supuestos, que son transformados en verdades, es decir en una suerte de probabilidades donde la carga emocional es su principal componente, por lo que, resulta ineficiente el esfuerzo por crear constructos lógicos que permitan sostener sociedades equilibradas, donde todos tengan cubiertas sus necesidades y vigentes los derechos propuestos por el pensamiento “racional”.

Las palabras no son unívocas permiten interpretaciones diferentes, es necesario precisarlas con el código llamado diccionario, sin embargo, en torno a la llamada “democracia”, es sorprendente saber que, quienes creen en la desigualdad humana sostengan este paradigmático concepto como su visión, en tanto los otros sostienen el mismo concepto, pero buscando igualdad social, donde el clasismo y el racismo sean desterrados, porque la ciencia genética ha demostrado que no hay razón de diferencias.

La salida del presidente boliviano, fue un golpe de estado, que vergonzosamente la mayoría de “primeras planas” calificaron como renuncia, cuando ese tipo de hecho tiene todos los elementos que lo caracterizan, según ‘La técnica del golpe de Estado’, del periodista Curzio Malaparte, demostrándose que la “democracia” se aplica según los dueños del poder.

La llamada izquierda sostiene que es la participación de la totalidad de la población en la riqueza de un país, la llamada derecha cree que democracia es la pirámide del poder, donde están en la punta unos pocos, que tienen debajo un colchón de seguridad llamada clase media, que crearon y mantienen para evitar nivelar la sociedad. En esta búsqueda de certeza conceptual se han producido miles de víctimas inocentes y crédulas.

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Los humanos somos susceptibles a ser arrastrados por nuestras creencias, las mismas que se sustentan en percepciones y supuestos, que son transformados en verdades, es decir en una suerte de probabilidades donde la carga emocional es su principal componente, por lo que, resulta ineficiente el esfuerzo por crear constructos lógicos que permitan sostener sociedades equilibradas, donde todos tengan cubiertas sus necesidades y vigentes los derechos propuestos por el pensamiento “racional”.

Las palabras no son unívocas permiten interpretaciones diferentes, es necesario precisarlas con el código llamado diccionario, sin embargo, en torno a la llamada “democracia”, es sorprendente saber que, quienes creen en la desigualdad humana sostengan este paradigmático concepto como su visión, en tanto los otros sostienen el mismo concepto, pero buscando igualdad social, donde el clasismo y el racismo sean desterrados, porque la ciencia genética ha demostrado que no hay razón de diferencias.

La salida del presidente boliviano, fue un golpe de estado, que vergonzosamente la mayoría de “primeras planas” calificaron como renuncia, cuando ese tipo de hecho tiene todos los elementos que lo caracterizan, según ‘La técnica del golpe de Estado’, del periodista Curzio Malaparte, demostrándose que la “democracia” se aplica según los dueños del poder.

La llamada izquierda sostiene que es la participación de la totalidad de la población en la riqueza de un país, la llamada derecha cree que democracia es la pirámide del poder, donde están en la punta unos pocos, que tienen debajo un colchón de seguridad llamada clase media, que crearon y mantienen para evitar nivelar la sociedad. En esta búsqueda de certeza conceptual se han producido miles de víctimas inocentes y crédulas.

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Eduardo F. Naranjo C.

Los humanos somos susceptibles a ser arrastrados por nuestras creencias, las mismas que se sustentan en percepciones y supuestos, que son transformados en verdades, es decir en una suerte de probabilidades donde la carga emocional es su principal componente, por lo que, resulta ineficiente el esfuerzo por crear constructos lógicos que permitan sostener sociedades equilibradas, donde todos tengan cubiertas sus necesidades y vigentes los derechos propuestos por el pensamiento “racional”.

Las palabras no son unívocas permiten interpretaciones diferentes, es necesario precisarlas con el código llamado diccionario, sin embargo, en torno a la llamada “democracia”, es sorprendente saber que, quienes creen en la desigualdad humana sostengan este paradigmático concepto como su visión, en tanto los otros sostienen el mismo concepto, pero buscando igualdad social, donde el clasismo y el racismo sean desterrados, porque la ciencia genética ha demostrado que no hay razón de diferencias.

La salida del presidente boliviano, fue un golpe de estado, que vergonzosamente la mayoría de “primeras planas” calificaron como renuncia, cuando ese tipo de hecho tiene todos los elementos que lo caracterizan, según ‘La técnica del golpe de Estado’, del periodista Curzio Malaparte, demostrándose que la “democracia” se aplica según los dueños del poder.

La llamada izquierda sostiene que es la participación de la totalidad de la población en la riqueza de un país, la llamada derecha cree que democracia es la pirámide del poder, donde están en la punta unos pocos, que tienen debajo un colchón de seguridad llamada clase media, que crearon y mantienen para evitar nivelar la sociedad. En esta búsqueda de certeza conceptual se han producido miles de víctimas inocentes y crédulas.

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