La ropa que alguien ya no usa puede tener otra vida

CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
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CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)

El vertiginoso cambio de la moda se ha convertido en un problema ambiental que va más allá de tener roperos y basureros repletos de prendas de vestir.

Para solucionar esta problemática se han creado espacios para dar una segunda oportunidad a esta indumentaria.

La solidaridad juega un papel importante, pues hay quienes donan los atuendos que no usan. Fundaciones como Jóvenes Contra el Cáncer, Reina de Quito, Dibuja una Sonrisa e instituciones como el Albergue San Juan de Dios reciben este tipo de ayudas.

Fernanda Rosales entendió la importancia de donar ropa en su último cambio de casa. Como se mudó a un inmueble más pequeño tuvo que seleccionar lo que no llegaría al nuevo hogar. Al final sacó cinco costales llenos de prendas que su familia dejó de usar hace mucho. “No podía botarla porque son cosas buenas, tomé la decisión de donar. Con esto tengo la certeza de que otra persona pudo aprovecharla”.

En tiempos de crisis…
Aunque donar es la mejor forma de darle una nuve vida a la vestimenta, también hay la posibilidad de venderla por redes sociales o tiendas específicas.
En Quito hay empresas como Amigui, que fue creada hace 10 años. Juan Fernando Salgado, socio fundador de esta iniciativa, asegura que los interesados en vender deben llevar los artículos en buen estado, limpios y planchados.

Las prendas pasan por un estricto control de calidad, pues la gente que acude a sus locales, en su gran mayoría, quiere ropa de calidad y ahorrar dinero. “Nuestros clientes son exigentes y lo mismo pedimos a nuestros proveedores”.

Para la compra, se encontrarán prendas desde $1,99 hasta $10. Los trajes de hombre pueden costar hasta $100, dependiendo de la marca.

El Armario Escondido también se maneja con esta modalidad, con ropa que sea exclusivamente de mujeres. Johanna Salazar, dueña del negocio, afirma que recibe artículos en excelentes condiciones y pulcros.

Ella empezó su negocio luego de conocer este tipo de iniciativas en España. “La industria de la moda es la más contaminante y allá la mayoría de la gente recicla. Con esa convicción abrí mi tienda”.

Ambos empresarios coinciden en que la limpieza de las prendas es vital para este negocio.

El vertiginoso cambio de la moda se ha convertido en un problema ambiental que va más allá de tener roperos y basureros repletos de prendas de vestir.

Para solucionar esta problemática se han creado espacios para dar una segunda oportunidad a esta indumentaria.

La solidaridad juega un papel importante, pues hay quienes donan los atuendos que no usan. Fundaciones como Jóvenes Contra el Cáncer, Reina de Quito, Dibuja una Sonrisa e instituciones como el Albergue San Juan de Dios reciben este tipo de ayudas.

Fernanda Rosales entendió la importancia de donar ropa en su último cambio de casa. Como se mudó a un inmueble más pequeño tuvo que seleccionar lo que no llegaría al nuevo hogar. Al final sacó cinco costales llenos de prendas que su familia dejó de usar hace mucho. “No podía botarla porque son cosas buenas, tomé la decisión de donar. Con esto tengo la certeza de que otra persona pudo aprovecharla”.

En tiempos de crisis…
Aunque donar es la mejor forma de darle una nuve vida a la vestimenta, también hay la posibilidad de venderla por redes sociales o tiendas específicas.
En Quito hay empresas como Amigui, que fue creada hace 10 años. Juan Fernando Salgado, socio fundador de esta iniciativa, asegura que los interesados en vender deben llevar los artículos en buen estado, limpios y planchados.

Las prendas pasan por un estricto control de calidad, pues la gente que acude a sus locales, en su gran mayoría, quiere ropa de calidad y ahorrar dinero. “Nuestros clientes son exigentes y lo mismo pedimos a nuestros proveedores”.

Para la compra, se encontrarán prendas desde $1,99 hasta $10. Los trajes de hombre pueden costar hasta $100, dependiendo de la marca.

El Armario Escondido también se maneja con esta modalidad, con ropa que sea exclusivamente de mujeres. Johanna Salazar, dueña del negocio, afirma que recibe artículos en excelentes condiciones y pulcros.

Ella empezó su negocio luego de conocer este tipo de iniciativas en España. “La industria de la moda es la más contaminante y allá la mayoría de la gente recicla. Con esa convicción abrí mi tienda”.

Ambos empresarios coinciden en que la limpieza de las prendas es vital para este negocio.

El vertiginoso cambio de la moda se ha convertido en un problema ambiental que va más allá de tener roperos y basureros repletos de prendas de vestir.

Para solucionar esta problemática se han creado espacios para dar una segunda oportunidad a esta indumentaria.

La solidaridad juega un papel importante, pues hay quienes donan los atuendos que no usan. Fundaciones como Jóvenes Contra el Cáncer, Reina de Quito, Dibuja una Sonrisa e instituciones como el Albergue San Juan de Dios reciben este tipo de ayudas.

Fernanda Rosales entendió la importancia de donar ropa en su último cambio de casa. Como se mudó a un inmueble más pequeño tuvo que seleccionar lo que no llegaría al nuevo hogar. Al final sacó cinco costales llenos de prendas que su familia dejó de usar hace mucho. “No podía botarla porque son cosas buenas, tomé la decisión de donar. Con esto tengo la certeza de que otra persona pudo aprovecharla”.

En tiempos de crisis…
Aunque donar es la mejor forma de darle una nuve vida a la vestimenta, también hay la posibilidad de venderla por redes sociales o tiendas específicas.
En Quito hay empresas como Amigui, que fue creada hace 10 años. Juan Fernando Salgado, socio fundador de esta iniciativa, asegura que los interesados en vender deben llevar los artículos en buen estado, limpios y planchados.

Las prendas pasan por un estricto control de calidad, pues la gente que acude a sus locales, en su gran mayoría, quiere ropa de calidad y ahorrar dinero. “Nuestros clientes son exigentes y lo mismo pedimos a nuestros proveedores”.

Para la compra, se encontrarán prendas desde $1,99 hasta $10. Los trajes de hombre pueden costar hasta $100, dependiendo de la marca.

El Armario Escondido también se maneja con esta modalidad, con ropa que sea exclusivamente de mujeres. Johanna Salazar, dueña del negocio, afirma que recibe artículos en excelentes condiciones y pulcros.

Ella empezó su negocio luego de conocer este tipo de iniciativas en España. “La industria de la moda es la más contaminante y allá la mayoría de la gente recicla. Con esa convicción abrí mi tienda”.

Ambos empresarios coinciden en que la limpieza de las prendas es vital para este negocio.

El vertiginoso cambio de la moda se ha convertido en un problema ambiental que va más allá de tener roperos y basureros repletos de prendas de vestir.

Para solucionar esta problemática se han creado espacios para dar una segunda oportunidad a esta indumentaria.

La solidaridad juega un papel importante, pues hay quienes donan los atuendos que no usan. Fundaciones como Jóvenes Contra el Cáncer, Reina de Quito, Dibuja una Sonrisa e instituciones como el Albergue San Juan de Dios reciben este tipo de ayudas.

Fernanda Rosales entendió la importancia de donar ropa en su último cambio de casa. Como se mudó a un inmueble más pequeño tuvo que seleccionar lo que no llegaría al nuevo hogar. Al final sacó cinco costales llenos de prendas que su familia dejó de usar hace mucho. “No podía botarla porque son cosas buenas, tomé la decisión de donar. Con esto tengo la certeza de que otra persona pudo aprovecharla”.

En tiempos de crisis…
Aunque donar es la mejor forma de darle una nuve vida a la vestimenta, también hay la posibilidad de venderla por redes sociales o tiendas específicas.
En Quito hay empresas como Amigui, que fue creada hace 10 años. Juan Fernando Salgado, socio fundador de esta iniciativa, asegura que los interesados en vender deben llevar los artículos en buen estado, limpios y planchados.

Las prendas pasan por un estricto control de calidad, pues la gente que acude a sus locales, en su gran mayoría, quiere ropa de calidad y ahorrar dinero. “Nuestros clientes son exigentes y lo mismo pedimos a nuestros proveedores”.

Para la compra, se encontrarán prendas desde $1,99 hasta $10. Los trajes de hombre pueden costar hasta $100, dependiendo de la marca.

El Armario Escondido también se maneja con esta modalidad, con ropa que sea exclusivamente de mujeres. Johanna Salazar, dueña del negocio, afirma que recibe artículos en excelentes condiciones y pulcros.

Ella empezó su negocio luego de conocer este tipo de iniciativas en España. “La industria de la moda es la más contaminante y allá la mayoría de la gente recicla. Con esa convicción abrí mi tienda”.

Ambos empresarios coinciden en que la limpieza de las prendas es vital para este negocio.

CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
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CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)
CALIDAD. Las prendas deben estar en buenas condiciones. (Foto: Amigui)

Otras opciones
Los mercados de pulgas y los espacios de intercambio de artículos también son alternativas para ‘reciclar’ indumentaria. Miguel Robles, universitario de 22 años, comenta que gracias a estas propuestas ha encontrado cosas exclusivas.
En La Cafetina, ubicada en la Valladolid y Francisco Salazar, en La Floresta, por ejemplo, cada mes se exhiben artículos como ropa, bisutería y accesorios. Pilar Cáceres, socia del establecimiento, comenta que unas 45 personas ofrecen sus productos en el sitio.

“En redes sociales abrimos la convocatoria, el espacio tiene un costo de $30, pero la gente incluso hace fila para visitar y comprar. Los vendedores se van contentos”. (MLY)

Higienización
°La doctora Verónica Pinargote, especialista en enfermedades de la piel, asegura que tanto el que dona, como el que recibe o el que compra artículos de este tipo debe ser consciente de que es para uso humano y que cada persona puede llegar a tener alguna enfermedad, si no se da un trato adecuado a la prenda.

Para aquellas personas quienes donan o venden ropa usada, la profesional recomienda lavar e higienizar con desinfectante textil. Así se evita que factores como el sudor sea nocivo para el nuevo usuario.

De igual forma, la persona que adquiere la prenda debe lavarla y plancharla antes de utilizarla.

Contactos
Las donaciones

° Jóvenes contra el Cáncer
Teléfono: 246-9109

° Reina de Quito
Teléfono: 246-8820

° Dibuja una sonrisa
Teléfono: 600-3740

° Albergue San Juan de Dios
Teléfono: 228-0542

Otras opciones
Los mercados de pulgas y los espacios de intercambio de artículos también son alternativas para ‘reciclar’ indumentaria. Miguel Robles, universitario de 22 años, comenta que gracias a estas propuestas ha encontrado cosas exclusivas.
En La Cafetina, ubicada en la Valladolid y Francisco Salazar, en La Floresta, por ejemplo, cada mes se exhiben artículos como ropa, bisutería y accesorios. Pilar Cáceres, socia del establecimiento, comenta que unas 45 personas ofrecen sus productos en el sitio.

“En redes sociales abrimos la convocatoria, el espacio tiene un costo de $30, pero la gente incluso hace fila para visitar y comprar. Los vendedores se van contentos”. (MLY)

Higienización
°La doctora Verónica Pinargote, especialista en enfermedades de la piel, asegura que tanto el que dona, como el que recibe o el que compra artículos de este tipo debe ser consciente de que es para uso humano y que cada persona puede llegar a tener alguna enfermedad, si no se da un trato adecuado a la prenda.

Para aquellas personas quienes donan o venden ropa usada, la profesional recomienda lavar e higienizar con desinfectante textil. Así se evita que factores como el sudor sea nocivo para el nuevo usuario.

De igual forma, la persona que adquiere la prenda debe lavarla y plancharla antes de utilizarla.

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Teléfono: 246-9109

° Reina de Quito
Teléfono: 246-8820

° Dibuja una sonrisa
Teléfono: 600-3740

° Albergue San Juan de Dios
Teléfono: 228-0542

Otras opciones
Los mercados de pulgas y los espacios de intercambio de artículos también son alternativas para ‘reciclar’ indumentaria. Miguel Robles, universitario de 22 años, comenta que gracias a estas propuestas ha encontrado cosas exclusivas.
En La Cafetina, ubicada en la Valladolid y Francisco Salazar, en La Floresta, por ejemplo, cada mes se exhiben artículos como ropa, bisutería y accesorios. Pilar Cáceres, socia del establecimiento, comenta que unas 45 personas ofrecen sus productos en el sitio.

“En redes sociales abrimos la convocatoria, el espacio tiene un costo de $30, pero la gente incluso hace fila para visitar y comprar. Los vendedores se van contentos”. (MLY)

Higienización
°La doctora Verónica Pinargote, especialista en enfermedades de la piel, asegura que tanto el que dona, como el que recibe o el que compra artículos de este tipo debe ser consciente de que es para uso humano y que cada persona puede llegar a tener alguna enfermedad, si no se da un trato adecuado a la prenda.

Para aquellas personas quienes donan o venden ropa usada, la profesional recomienda lavar e higienizar con desinfectante textil. Así se evita que factores como el sudor sea nocivo para el nuevo usuario.

De igual forma, la persona que adquiere la prenda debe lavarla y plancharla antes de utilizarla.

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° Jóvenes contra el Cáncer
Teléfono: 246-9109

° Reina de Quito
Teléfono: 246-8820

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° Albergue San Juan de Dios
Teléfono: 228-0542

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Los mercados de pulgas y los espacios de intercambio de artículos también son alternativas para ‘reciclar’ indumentaria. Miguel Robles, universitario de 22 años, comenta que gracias a estas propuestas ha encontrado cosas exclusivas.
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“En redes sociales abrimos la convocatoria, el espacio tiene un costo de $30, pero la gente incluso hace fila para visitar y comprar. Los vendedores se van contentos”. (MLY)

Higienización
°La doctora Verónica Pinargote, especialista en enfermedades de la piel, asegura que tanto el que dona, como el que recibe o el que compra artículos de este tipo debe ser consciente de que es para uso humano y que cada persona puede llegar a tener alguna enfermedad, si no se da un trato adecuado a la prenda.

Para aquellas personas quienes donan o venden ropa usada, la profesional recomienda lavar e higienizar con desinfectante textil. Así se evita que factores como el sudor sea nocivo para el nuevo usuario.

De igual forma, la persona que adquiere la prenda debe lavarla y plancharla antes de utilizarla.

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° Jóvenes contra el Cáncer
Teléfono: 246-9109

° Reina de Quito
Teléfono: 246-8820

° Dibuja una sonrisa
Teléfono: 600-3740

° Albergue San Juan de Dios
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