Se mueven las fichas

Ricardo Guamán Araujo

El entorno en el que vivimos viene adherido al tema político, no hay lugar ni sitio donde no se hable del tema. Tendría que haber una reforma para que, nuevamente lo digo, exista sufragio unificado a todos estos cargos de elección popular.

En el cantón Loja, hace rato que dejaron de ser rumores las posibles candidaturas que van calentando el ambiente electoral de marzo del año siguiente.

El movimiento en el ajedrez político por primera vez en 20 años es el más objetivo y direccionado. No digo bueno, no digo estable.

La derecha estacionaria tiene ya ganada la Prefectura en cualquiera de sus caras conocidas y sus alianzas en todos los cantones, no es nada nuevo esto, la sorpresa es que un exprefecto volverá a ese sitial y no es precisamente el patriarca de la derecha lojana recién desafiliado de su expartido político, que en estos momentos es independiente y apoya la candidatura del precandidato a alcalde por Loja del flamante movimiento cantonal Renovación Democrática.

Por otra parte, quien podría hacerse nuevamente de la alcaldía es el exburgomaestre Jorge Bailón, de no haber una mega-alianza que lo desplace será él posesionado en esa dignidad de elección popular.

En cambio, para las concejalías se tiene previsto que se repartan las curules en el Cabildo, se habla que el presidente del Colegio de Abogados sea candidato y llegue a esta dignidad entre las figuras visibles a estas funciones.

Los comunicadores sociales deberían preguntar a los candidatos: ¿a qué se dedican? ¿De qué viven?, porque a varios se los ve calle arriba y calle abajo, de paseos, a lo mejor la mayoría son hijos de “papi” y otros quieren llegar para tener un trabajo, son muy válidas estas preguntas. Pero que las respuestas sean ciertas.

Como ciudad culta necesitamos gente instruida, preparada, que sí la hay y, en lo que cabe si se puede gente nacida aquí, que ame Loja y en lo posible gente joven y gente nueva, que deje de ser solo un lema.

¡Ojo! Los políticos, los curas, los policías, militares, jueces y otros servidores públicos están bien comidos. Y el pueblo… flaco y desnutrido. Es en serio. (O)

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