Ibarreños en bicicicleta

Por Jorge Madera Castillo

La lógica nos dice que Ibarra, dada su plana topografía, el clima y algún otro elemento, sería la ciudad ideal para que los ciudadanos utilicemos la bicicleta como medio masivo de transporte. Pero eso no ha sucedido con lo cual, “del dicho al hecho hay mucho trecho”. Intentemos analizar. La institución municipal está implantando ciclo vías; aunque no es mayor la inversión, se ve los esfuerzos y nunca una administración municipal estará libre de críticas; así mismo es y deben que seguir adelante. Por otro lado, miles de personas contamos con una cicla de cualquier tipo en casa para el deporte o la recreación. Todos los ciudadanos tenemos que entender que hay varios factores que juegan en este asunto y que deben ser manejados con estrategias correctas y completas, si quisiéramos llegar a la masificación. Esto no es cuestión de promover una moda o de una novelería como dicen algunos; es promover un hábito que luego se convierta en una costumbre. Comprendamos esto desde los pedales del usuario.

Veamos: Saco mi bici y pretendo dirigirme a cualquier lugar; empieza la tensión porque debo extremar mis cuidados ante la agresión de los conductores de vehículos, en especial de muchos taxistas y buseros inconscientes. Y, cuidado con los perros!. Los vehículos mal aparcados son un atentado. Al recorrer las calles me convierto en una tentación para la gran cantidad de maleantes que han plagado a esta ciudad. No cuento con sitios seguros donde guardar o encargar la cicla mientras realizo una gestión, realizo compras o me tomo un café. Y si llega la noche, el oscuro centro histórico y las avenidas son inseguras desde todo punto de vista. En definitiva, ésta es una ciudad que favorece más al tráfico vehicular sin controles ni restricciones de naturaleza alguna.

Propuesta: Ibarra debe contar con un plan de movilidad totalmente diferente que, tomando en cuenta la posición y necesidades del usuario de a pie, de bicicleta, de las personas mayores y de los ciudadanos con capacidades especiales, transforme la vida del ciudadano no motorizado en su favor. Ciudades sostenibles, inclusivas e inteligentes, a través de prácticas adecuadas y no muy costosas han logrado grandes transformaciones a través de campañas sostenidas de educación y promoción, de incentivos y desincentivos al ciudadano, al conductor, a miles de estudiantes y a los cientos de funcionarios públicos y profesionales que dejaron de utilizar sus vehículos individuales para aparcar 8 horas en la calle mientras estudian o trabajan, para pasar a utilizar medios masivos de transporte, bicicletas, pequeños vehículos eléctricos y motonetas. Hay que motivar el hábito, crear la necesidad e incentivar la costumbre… ¡Claro que se puede!

DIARIO LA HORA

20/02/2020