Taxistas de Imbabura alistan sus unidades

Protecciones. Los taxistas de Ibarra tomaron algunas medidas para volver a funcionar, de una manera más ‘normal’, cuando el semáforo pase de rojo a amarillo.
Protecciones. Los taxistas de Ibarra tomaron algunas medidas para volver a funcionar, de una manera más ‘normal’, cuando el semáforo pase de rojo a amarillo.

Para volver a trabajar todos deben regirse a estrictas medidas de bioseguridad.

Redacción IBARRA

Aproximadamente 50 dólares diarios percibían los dueños de las unidades de taxi, mientras que los choferes entre 25 a 30 dólares, antes de la emergencia sanitaria nacional, cuando todo funcionaba normalmente. Sin embargo, los ingresos desde hace más de dos meses son prácticamente cero dólares, pues muchos no han trabajado.

Las disposiciones en un inicio no permitían que las unidades estén en las calles, situación que poco a poco se fue normando hasta dejarlos trabajar un día a la semana, acorde al último dígito de placa y la regla de movilidad que aplica para todos los vehículos particulares. Esta medida tampoco fue acatada por todos, pues algunos, por temor a contagiarse en su trabajo diario y al no tener un manual de cómo funcionar para evitar el coronavirus, decidieron quedarse en su casa.

Uno de ellos es Juan Martínez, quien a sus 70 años decidió no continuar con su labor de chofer en el turno de las mañanas, para evitar llevar el virus a su hogar. “Las primeras semanas fue más fácil la decisión, pero cuando las cosas se fueron acabando la idea de salir a trabajar aumentaba”.

Medidas

Cuando de a poco se acerca el día de cambiar de color de semáforo de rojo a amarillo en Ibarra y prácticamente toda la provincia, según los anuncios expuestos en las reuniones de los COE, la empresa encargada de la movilidad, EPM, ha desarrollado protocolos para que los taxis tengan estrategias de bioseguridad que protejan tanto al conductor como al pasajero.

La EPM Movidelnor (Empresa Pública de Movilidad) informó que “algunas unidades de taxi ya están adaptando diferentes elementos para brindar el servicio con mayores medidas de bioseguridad, además de incrementar la limpieza del vehículo con gel antibacterial y alcohol, a fin de evitar la propagación del Covid-19”.

Entre las medidas señaladas también consta la instalación de una protección en la cabina que separe los asientos de delante de los de atrás, es decir evitando el contacto entre conductor y pasajero.

También se menciona el lavar y desinfectar el taxi luego de cada viaje realizado, extremando la desinfección en las zonas más comunes al contacto: jaladeras, cinturones de seguridad, manijas de puertas…

La normativa exige el uso de mascarilla por parte del operador y pasajeros, que máximo podrán ser dos personas por taxi, es decir tres con el chofer, los cuales estarán separados por la protección instalada, que deja un espacio para dar y recibir el cambio.

Desinfección a fondo

Una empresa privada es la encargada de esterilizar y desinfectar las unidades de taxi ejecutivo, con métodos y tecnología que garantizan el mayor nivel de protección. Según los representantes de ‘Biopure Ecuador’, esto se logra gracias a un convenio entre taxistas, autoridades, empresas públicas y privadas.

La desinfección que se hace con ozono y otros productos demora alrededor de cinco minutos.“Trabajamos con productos que no son tóxicos para el ambiente. Usamos ozono, que no deja ningún tipo de residuo, siendo una gran ventaja para el usuario y el transportista. El tiempo de duración de desinfección por cada carro es de 4 minutos 50 segundos”, explicó Guillermo Reyes, representante de ‘Biopure’.

Una estación con los equipos de desinfección ya se instaló en la sede de taxis ejecutivos de Ibarra.

Tras adoptar estas y otras medidas, los alrededor de 1.700 taxis que tiene la provincia esperan volver a las calles.