Seis casos confirmados de Covid-19 en la cárcel de Ibarra

Problemas. Dentro de la cárcel de Ibarra, en lo que va de la pandemia, se han registrado amotinamientos y hasta fugas. A esto, ahora se suman casos de coronavirus en los presos.
Problemas. Dentro de la cárcel de Ibarra, en lo que va de la pandemia, se han registrado amotinamientos y hasta fugas. A esto, ahora se suman casos de coronavirus en los presos.

Dentro del cerco epidemiológico se encuentran 115 personas, esperando resultados de los exámenes.

Redacción IBARRA

A los problemas ya existentes en la cárcel de Ibarra, como el hacinamiento y las fugas, se suma la confirmación de casos positivos de Covid-19.

Desde el interior del centro penitenciario, a través de videos grabados por los mismos presos, con celulares que consiguen a pesar de estar prohibidos, se ha denunciado la falta de espacio, de insumos de bioseguridad y hasta de condiciones mínimas de salubridad.

Álvaro Castillo, gobernador de Imbabura, en una entrevista con TVN Canal, mencionó que 615 personas están internas en la cárcel, que tiene un espacio aproximado para 200, es decir está funcionando a más del triple de su capacidad.

“Fui en mayo a conversar con ellos, con todos los presos, con los 615. Ahí me enteré que había más o menos unas 80 a 100 personas con síntomas gripales, con malestar… Salí de ahí y creo que a las 48 horas se logró ya que les examine un grupo médico”, agregó.

Castillo dijo que se evaluó a 335 presos, disponiendo que se realice pruebas de Covid-19, que ya arrojaron algunos resultados. “Tenemos seis confirmados y 115 en sospecha, a quienes se les hicieron las pruebas rápidas”.

Para manejar un poco la situación, agregó que ciertos presos, de grupos vulnerables, fueron llevados a las celdas del CDP de Ibarra. Además, habló de lugares especiales para tratar de aislar a quienes estén con síntomas, pero resaltó que “el espacio definitivamente no alcanza”.

Entre las preocupaciones del gobernador, principalmente, mencionó el hacinamiento: “Yo pude visitar las 11 celdas. En una de ellas me quedé tremendamente impresionado. En un espacio de 3 x 4 metros había 52 personas, en estos ‘cambuches’ que les llaman”.

Problemas de siempre

Durante la emergencia sanitaria, el primer amotinamiento en la penitenciaría de la capital imbabureña se dio durante la tarde del 22 de marzo, cuando las calles aledañas, como la Salinas, Juan Montalvo, entre otras, se vieron inmediatamente cercadas por uniformados, quienes además llegaron con patrulleros y equipos especiales, para intentar controlar la situación dentro de la cárcel.

Desde el año pasado, la Defensoría del Pueblo analizó las falencias de este presidio. Entre los problemas más graves detectados está la infraestructura deteriorada e inadecuada, el hacinamiento y ausencia de programas específicos para las personas detenidas, espacios físicos limitados, falta de colchones y el incremento de violencia.

La gran mayoría de presos no disponen de camas. En la mayoría de los casos pernoctan en esponjas en el suelo u otros espacios adaptados. Muchos, incluso, comparten el mismo lecho con más de dos personas, como lo constató el mismo gobernador de Imbabura en su reciente visita.

Se escaparon rompiendo los barrotes

La madrugada del martes, dos presos, que estaban bajo cargos de robo, rompieron los barrotes de su celda, escalaron paredes y se escaparon de la cárcel, según el detalle de las autoridades policiales de la provincia.

Tras conocer el suceso, los policías desplegaron operativos para poder recapturarlos. A uno de ellos lo identificaron a la altura de una estación de gasolina en el sector El Olivo, en Ibarra. Luego, en el interrogatorio, habría mencionado que su compañero de fuga se dirigía a un sitio donde acordaron encontrarse, previamente. Ahí precisamente lo detuvieron, minutos más tarde.

Los presos responden a los nombres de: David J. y José Á.