El recorte presupuestario en la UTN es de alrededor de 2 millones 800 mil dólares, lo que afecta principalmente al pago de sueldos.
Redacción IMBABURA
En los últimos días, tras conocer la decisión de la Corte Constitucional que aprueba el recorte al presupuesto universitario, docentes, estudiantes, administrativos y directivos de la Universidad Técnica del Norte (UTN), ubicada en Ibarra, han participado activamente en movilizaciones, que hasta llegaron a Quito, para alzar su voz de rechazo ante esta situación.
Marcelo Cevallos, rector de la UTN, en diálogo con La Hora, explicó las implicaciones del recorte, en un momento en el que considera que la educación superior debería potenciarse, ya que registra incluso el incremento de bachilleres que requieren acceso a las universidades.
¿Cómo queda el presupuesto de la UTN con este recorte?
El recorte en la UTN es de alrededor de 2 millones 800 mil dólares, lo cual, sobretodo, afecta la partida de remuneraciones, donde se recorta casi 2 millones 700 mil. El resto afecta en temas de pago de servicios.
¿Esto significa recortar los sueldos?
Esto significa dejar de contratar alrededor de 100 profesores ocasionales a tiempo completo. De hecho ya pasó, este semestre nosotros hemos tenido que desvincular 80 profesores.
¿Cómo han adaptado las clases sin esos docentes?
Adaptándonos a la modalidad en línea, incrementando paralelos, que han sido las opciones que hemos tenido que barajar, pero cuando toque volver a lo presencial el ajuste en las aulas será imposible de ejecutar, porque en la plataforma virtual se puede tener hasta 100 estudiantes en una materia, pero en nuestras aulas, físicamente, entran 30 o 40 estudiantes.
¿Cómo ha evolucionado el presupuesto en los últimos años?
Desde el 2015 el presupuesto se ha quedado estancado. Para tener una idea, en el 2015 teníamos 8 mil estudiantes y 40 millones de dólares de presupuesto, pero ahora tenemos 39 millones y 12 mil 700 estudiantes, sin contar los 2.800 que están por ingresar, en etapa de nivelación.
En cuanto a la oferta académica, teníamos, en 2015, 36 carreras; ahora, 45 de grado, incluyendo las de la modalidad en línea. Hace cinco años teníamos cuatro programas de posgrado y ahora tenemos 22, pero los recursos prácticamente han sido los mismos.
¿Qué porcentaje se destina a salarios?
El 70% de presupuesto de la UTN se destina a pago de remuneraciones, de docentes, instructores, investigadores, el resto va a gasto corriente, inversión, investigación…
¿Se ha intentado optimizar los recursos de alguna manera?
Hemos hecho procesos de optimización, de tal manera que las universidades en conjunto venimos trabajando con el mismo presupuesto que no se ha incrementado desde el año 2015.
¿Han tenido acercamientos con la Presidencia o el Ministerio de Finanzas?
Con el Ministerio de Finanzas lo que hubo son reuniones individuales con cada universidad, desde el primero de mayo, acompañados de la Senescyt, para ver precisamente cómo se optimizan los recursos, pero como el recorte fue una decisión unilateral, no ha surgido ningún efecto hasta ahora.
Incluso, de los planteamientos que hizo cada universidad en función de su presupuesto, hasta ahora no tenemos la asignación de recursos para inversión, no se han aprobado por ejemplo los recursos de autogestión, donde tenemos saldos desde 2019, que por mandato de ley se tienen que liquidar hasta marzo.
En el caso de los retrasos de inversiones, hasta hoy no hemos recibido más que una cuota del mes de febrero, siendo una asignación que se hace mensual. En nuestro caso, el monto de inversión es de 4 millones y medio, pero hemos recibido 300 mil dólares.
¿Qué pasa si estos recursos no se asignan?
Si llegan con retraso, incluso, ya no los podemos ejecutar, porque los contratos muchas veces en el portal de compras públicas demora de 60 a 90 días, dependiendo del monto, entonces después nos dirán que las universidades no somos eficientes en cuanto a la ejecución de presupuesto.
¿Cómo mira a futuro la educación superior en el país?
Nos preocupa que, a futuro, cualquier ministro de Finanzas, de cualquier tendencia, pueda modificar a su antojo el presupuesto de las universidades, incluso a mitad de carrera, sin tomar en cuenta a los estudiantes.
Por un lado vemos decrecimiento en la asignación de recursos y por el otro un incremento en la matrícula, que se estancará y hasta puede caer. Entonces al final se está afectando a miles de jóvenes, en sus derechos, al quitarles recursos.
Todos sabemos que cada semestre de 200 mil a 250 mil bachilleres dan el examen para ingresar a las universidades y solo hay entre 80 mil y 100 mil cupos.
Ahora incluso tenemos un alto número de jóvenes que quieren pasar de las universidades privadas a las públicas, pero no los podemos recibir porque no tenemos las condiciones para atender esa demanda.
“La Corte le da ahora la potestad, a cualquier ministro de Finanzas que esté en el cargo, que tome la decisión de modificar el presupuesto universitario”.
“Si se quiere abrir más carreras, más paralelos, se necesita contratar, paulatinamente, más docentes, que es donde afecta principalmente el recorte”.