La provincia de Loja enfrenta un brote de dengue con 940 casos confirmados y tres muertes. Catamayo y Macará son los cantones más afectados. Se intensifican las medidas de control y prevención.
La provincia de Loja enfrenta un alarmante brote de dengue, con un total de 940 casos confirmados desde enero hasta la semana epidemiológica número 23, informó Michelle Jiménez, responsable de Vigilancia Epidemiologia de la Coordinación Zonal de Salud. Este brote ha afectado principalmente a los cantones de Catamayo y Macará, que reportan 399 y 323 casos respectivamente.
Jiménez explicó que del total de casos, 880 corresponden a dengue sin signos de alarma, mientras que 59 presentaron signos de alarma y un caso fue clasificado como dengue grave. Los picos más altos de contagios se registraron en las semanas epidemiológicas 20 y 23. Hasta esta última, la provincia de Loja ha registrado tres decesos debido al dengue. Los fallecidos incluyen a una joven de 14 años, un hombre de aproximadamente 50 años y una mujer adulta de 90 años.
Las semanas epidemiológicas, detalló Jiménez, se organizan desde el inicio de enero, con cortes mensuales para facilitar la vigilancia y el control epidemiológico. En cuanto a las medidas de contención, se han realizado diversas intervenciones de control vectorial, incluyendo abatización, fumigaciones intradomiciliarias y extradomiciliarias, así como la eliminación de criaderos de mosquitos en las zonas afectadas.
Los factores que han contribuido al aumento de casos incluyen condiciones socioeconómicas, climáticas y ecológicas que favorecen la proliferación del mosquito Aedes aegypti, vector del dengue. El almacenamiento inadecuado de agua y la acumulación de basura y envases plásticos han creado ambientes propicios para la reproducción de estos insectos.
Ante el incremento de casos, el sistema de salud local se ha preparado con personal capacitado y abastecimiento de insumos necesarios. Para casos sin signos de alarma, el tratamiento incluye paracetamol e hidratación, mientras que los casos más graves requieren hospitalización y reposición de líquidos.
El brote ha impactado significativamente a las comunidades rurales, donde la falta de acceso a centros de salud puede complicar los casos. Además, se ha reportado la muerte de tres personas: una joven de 14 años, un adulto de 50 años y una anciana de 90 años.
En respuesta a la crisis, se han implementado campañas de educación y concientización, con la colaboración de municipios, bomberos, policía y militares para la eliminación de criaderos y apoyo logístico. A pesar de la gravedad de la situación, Jiménez señaló que no se ha declarado una emergencia a nivel central, pero se continúa con la vigilancia y las actividades de control y prevención.
Finalmente, Jiménez instó a la comunidad a buscar atención médica ante la presencia de síntomas como fiebre, sarpullido y dolor articular, especialmente si han estado en zonas endémicas, para evitar complicaciones graves. (YP)