No solo de política vive el hombre

Salvatore Foti

Muy a menudo a la política se le olvida estar al servicio de los ciudadanos y, como en el mito de Narciso, prefiere contemplarse enamorada de sí misma a costa de la población. La propuesta de una consulta, el ‘descubrimiento’ de una cámara oculta, la corrupción y las nuevas peleas y berrinches que pronto se nos darán a conocer, son lo único de lo cual se habla desde el Ejecutivo y desde todos los partidos que nos representan.

La política tiene el complejo de egocentrismo que afecta tanto a los viejos como a los nuevos gobernantes y parecería que ningún sicólogo puede curar. A los iluminados se les olvida qué pasó con la economía del país y de cómo podemos y debemos mejorar la situación.

El FMI estima que este año Ecuador tendrá la peor economía de Latinoamérica, detrás de todos los países a excepción de Venezuela, lo que se traduce en un decrecimiento económico del 4,5%. Una barbaridad que solo afectará y por ende interesarle exclusivamente a la clase media.

Sería bueno que las autoridades, además de concentrarse en la corrupción que ha hecho millonarios a unos pocos, se enfoque en la mayoría que sigue luchando con desafíos cotidianos, que incluyen comprar la leche, tener para los pasajes de los buses o cancelar las pensiones de las escuelas de los hijos.

Necesitamos que se hable de trabajo y de las oportunidades que nos va a brindar el Gobierno para salir adelante.

Ya nos han mostrado con creCes lo malo que se hizo todo en los últimos diez años a vista y paciencia de los cómplices de ayer y que, dicho sea de paso, son los verdugos de hoy. Lo que nos falta es ver con cuáles cambios nos van a beneficiar y de cómo reactivarán la economía. Será una mera percepción, pero hay mucha gente que dice que hay menos plata y que se tiene miedo de gastar e invertir.

En 2016 la crisis afectó al comercio en general y a otros sectores sensibles como son los de venta de autos y construcción y parece que el 2017 no será mucho mejor que el anterior. Empecemos a hablar menos y a hacer más, pues no solo de política vive el hombre.

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