La formación continua

Jaime A. Guzmán R.

La entendemos en el sentido como la definen los diccionarios especializados como “la formación que los profesionales- de cualquier rama- siguen después de haber terminado su formación básica o después de haber finalizado estudios adicionales para ejercer la profesión”.

La formación continua es por tanto una parte del proceso educativo que viene a completar y actualizar la enseñanza iniciada en el pregrado universitario y continuando durante la especialización, el posgrado y PhD.

Es cierto – no podemos negar- que en nuestro país sí se ha trabajado en este campo. Sin embargo, hay aspectos negativos y de esta afirmación me responsabilizo plenamente. Y es que el perfeccionamiento que se viene implementado para mantener a todo profesional actualizado en conocimientos, es insuficiente y no hay una política clara de las universidades, en cuanto a los niveles estratégicos, administrativos y operativos en este campo.

Los escasos experimentos actuales consisten, fundamentalmente, en cursos, talleres, seminarios y conferencias de actualización de conocimientos teóricos que tienden a perpetuar un modo de formación pasivo (oyente), olvidando el aspecto práctico y la promoción del cambio de actitudes de los profesionales.

De ahí que, como pasos fundamentales- entre otras cosas-, surge la necesidad urgente de implementar obligatoriamente la actualización de adiestramiento práctico; conseguir que los profesionales sean capaces de modificar sus actitudes ante los problemas de la sociedad a la que tiene la obligación moral y ética de servirla con sus conocimientos obtenidos; y, la implementación de nuevas políticas que permitan restructurar el caduco sistema de preparación continua. (O)