Pablo Fabián Ortiz Muñoz
El presidente Lenin Moreno, asume ser el gran triunfador de la Consulta Popular, con esos resultados, no es para menos; alejado de ese triunfalismo, el resultado no presume un triunfo, señor presidente, impone una exigencia.
Verdad, el pueblo con su voto le delega responsabilidades, le da poder, para tomar las decisiones correctas, que favorezcan al desarrollo del país, sabemos de las dificultades, el pueblo está consciente; pero como cambiar, con un equipo de trabajo, lamentablemente hay que decirlo, la mayoría, si no es todos, son parte de la época perdida, diez años de adoctrinamiento y malos hábitos, no se cambian de la noche a la mañana, necesitamos cambios reales.
Se propone para el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio, nombres: Julio César Trujillo, Enrique Ayala Mora, María Arboleda, Luis Macas, León Roldós, Enrique Galarza, Luis Reinoso, Martha Roldós, Zobeida Aragundi, Lourdes Tibán, entre otros; nos dicen que son personas idóneas, probas y de alta trayectoria, no lo dudo, ni lo pongo en tela de juicio, respetables los señores y señoras, pero ya vasta, somos cerca de 17 millones de habitantes, no habrá otritos, ya los conocemos, los hemos visto por años; en Ecuador tiene que haber gente honorable, honrada, pobra, capaz, intelectual, propongámoslos conciudadanos; si queremos un cambio; los señores políticos, dirigentes sindicales, agoreros y hasta los brujos, ya hicieron lo suyo, o acaso no entendemos, que por las decisiones, de estos señores, la historia del Ecuador se ha escrito de mal en peor.
Que se forma una comisión en la Asamblea, entre los Doctos de la Política, para discutir, analizar y direccionar las decisión del pueblo, señores no hay vueltas que darle al asunto, el pueblo se pronunció, su labor simplemente es ejecutar lo que el mandante dice y punto, asuman sus funciones de legislar y fiscalizar, para eso los elegimos y mucha falta le hace al país.
Señor presidente y señores legisladores, de lo acertado de sus decisiones se robustecerá la democracia y el progreso del país, de sus malas acciones el pueblo los juzgara; suponemos que al asumir sus mandatos, se preguntaron, ¿Estamos o no en la capacidad de hacerlo? (O)