Degradación social

Yadira Consuelo Torres

La ausencia de valores y de principios éticos morales día a día van degradando a nuestra sociedad, los cuales se ponen de manifiesto en los diferentes aspectos de la vida humana, en la forma de hablar, de relacionarse, en el deseo insaciable de acumular poder en todos los aspectos.

La sociedad materialista ha tomado cuerpo sobre la principal estructura de la sociedad que es la familia, en donde los valores éticos y morales, se van remplazando por valores de consumo, dinero y poder. Somos defensores de nuestra razón absoluta y nos sentimos con derecho a descalificar a otro por cualquier insignificancia, utilizando muchas veces el anonimato, digno aval de los miserables.

Somos vulnerables ante las ofertas de confort y placer, ante el arrollador deseo de escalar posición social y simulamos esquemas de consumo de los extractos altos; intercambiamos nuestra espiritualidad, para glorificar al placer y la belleza. No importa lo que haya que hacer, los medios a los cuales acudir, ni si afectamos la integridad y sensibilidad de terceros.

Pero, cuanto más tenemos que sacrificar por estos fortuitos patrones de vida. Es hora de blindarnos de estos comportamientos irracionales, volvamos los ojos a la familia; ya que es ahí donde nace esta problemática negativa que hace daño a la sociedad. Cultivemos valores y desechemos la insolidaridad, intolerancia, indolencia, que solo nos vuelve cada día más violentos. Tomemos decisiones que creamos buenas aunque corramos el riesgo de equivocarnos; debemos estar conscientes que es fácil destruir, criticar, pero construir requiere más habilidad. Respetemos nuestro sentir y el sentir de los demás, el estar espiritualmente bien con nosotros mismo nos ayudará a disminuir la violencia y rescatar nuestros valores. (O)

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