La realidad social desde otra perspectiva

Javier Espinosa

La realidad social tiene diversos matices. Para unos puede ser bastante gris, y para otros bastante más clara. Es común juzgar el mundo desde nuestra posición, pues para hacerlo desde otra perspectiva, hay que calzarse en los zapatos del otro, algo bastante difícil de hacer.

Hace algunos días, tuve mi vehículo en reparación, así que obligadamente me tocó gastar ¨suela¨ y también hacer uso del transporte público. Caminar puede ser una grata experiencia, más aun en una pequeña ciudad. Nos permite descubrir detalles y lugares que en el ajetreado tráfico hubiesen pasado desapercibidos. También, da lugar a conversaciones informales con gente conocida que encontramos en el paso. Es la magia de las pequeñas urbes. Sin embargo, luego de algunos días, aparece el cansancio y el tedio. Pararse en las esquinas y esperar la línea del bus que nos lleve al destino elegido, puede resultar agotador. Una rutina que se repite indefinidamente por la ¨gente de a pie¨, en pequeñas y grandes ciudades. Es ahí cuando recién podemos comprender que vivimos en una sociedad desigual. La realidad vista desde un carro difiere enormemente de la que se vive a pie.

En los últimos tiempos, las columnas de los medios digitales e impresos se han llenado de crímenes, violaciones, suicidios, accidentes, atentados, etc. En respuesta a ello, se movilizan tropas a la frontera, se habla de endurecer las penas y cambiar leyes, de acciones conjuntas entre países. Pero nos olvidamos de lo principal, trabajar para lograr sociedades con mayor equidad, pues gran parte de los problemas que enfrentamos tienen raíces en esa gran brecha social que existe actualmente. Un filósofo y político alemán decía, y con acierto, ¨el cambio social se da cuando se modifica la estructura económica¨. (O)