Al hablar de acuacultura, nos referimos al conjunto de técnicas y actividades, destinadas a la cría en cautiverio de organismos acuáticos, en el agua, cuya finalidad es el control de la totalidad o de parte del ciclo productivo, este control se ejerce sobre las especies o sobre los medios de cultivo, (Elika, 2018).
Según la FAO (2016), desde 1980, la acuicultura ha sido la principal fuente de suministro de pescado para el consumo humano. En 1974 la acuicultura registró tan solo un 7% del aporte, en 1994 represento el 26% y en el 2004 el 39%, es decir se incrementó un 32%, en treinta años.
El suministro mundial de pescado para consumo humano, por parte de la acuacultura, ha superado al crecimiento poblacional en las últimas cinco décadas, incrementándose a un ritmo anual medio del 3,2%, el doble del crecimiento demográfico, dando lugar a un incremento de la disponibilidad media per cápita. Así mismo, el consumo supuesto de pescado per cápita a nivel mundial registró un aumento promedio, pasando de 9,9 kg (1960) a 14,4 kg (1990) y 19,7 kg (2013), con tendencia a superar los 20 kg a finales de esta década y con un incremento de la producción del 5.8%, entre el 2005 – 2014.
Al 2014, el 84 % de la población mundial dedicada a la pesca y la acuicultura se encontraba en Asia, seguida de África (10 %) y América Latina y el Caribe (4 %). De este total, 18 millones, es decir el 33 % se dedicaban a la acuicultura, concentradas principalmente en Asia 94 %, América Latina y el Caribe 1,9% (3,5 millones de personas) y África 1,4%, (2,6 millones de personas), lo que denota la importancia de la actividad en la seguridad alimentaria, la generación de fuentes de empleo y la economía mundial.
Así mismo, en el 2014 se registraron 580 especies o grupos de especies cultivados en todo el mundo, entre las que se cuentan 362 peces de escama (incluidos los híbridos), 104 moluscos, 62 crustáceos, 6 ranas y reptiles, 9 invertebrados acuáticos, 37 plantas acuáticas y se siguen incorporando más.
Retos de la Acuacultura en el Ecuador
En Ecuador la acuacultura, es una de las actividades agropecuarias de mayor incidencia en la economía nacional, por su capacidad para generar fuentes de empleo, divisas para el país, así como, contribuir a la seguridad alimentaria de la población.
La actividad desde sus inicios denoto su potencial, como fuente generadora de riqueza, convirtiéndose en un rubro importante de la economía; en 1998 generó 250000 plazas de trabajo, representando 4.2% de la PEA nacional, (ONU, 2002); para el 2001, la actividad enfrento una de las mayores crisis en su producción, reduciendo en 100000 las plazas de trabajo; sin embargo y frente a todas las dificultades, la misma ha salido adelante, aunque su recuperación ha costado mucho, los resultados han sido positivos, se han incorporado nuevas especies a la producción, favoreciendo notablemente su desarrollo. Para la Ministra de Acuacultura Ana Drouet (Panamá, 2018), en el 2017 el peso de la acuacultura en la economía ecuatoriana represento alrededor de 3000 millones de dólares y cerca 190 mil plazas de empleo directas y 100000 indirectas.
Aunque mucho se hace referencia a la acuacultura de exportación (centrada en el litoral), por la capacidad que la misma ofrece, en cuanto a operatividad productiva, tecnología, dinamización de la economía, generación de empleo y divisas para el país; el número de productores es mayor en la sierra y amazonia ecuatoriana; por lo tanto su relevancia y problemática son diferentes; como antecedentes: el espejo de agua que cubre los centros de producción en la costa es mayor, pero el número de productores es menor; en la sierra y la amazonia el espejo de agua es inferior, pero el número de productores es mayor; aclarando que no todas las personas que tengan un estanque son productores, muchos de los cuales son considerados bajo esta denominación por los entes gubernamentales, algunos simplemente se limitan a una producción con escala de subsistencia; en el litoral los productores se encuentran organizados en cámaras, mantienen asistencia técnica y producen bajo parámetros técnicos, por su lado en la región interandina y en la amazonia no existe organización, su producción es artesanal, con ligeras modificaciones y casi nula asistencia técnica.
En cuanto a la variedad de especies, la costa se enfoca en la producción de especies con amplio potencial comercial a nivel de mercados internacionales, entre tanto la sierra y amazonia se han limitado al mercado nacional.
Las políticas gubernamentales hacia el sector no han sido propicias a su desarrollo, para los productores de la costa su organización ha sido favorable para impulsar el desarrollo de la actividad, por el otro lado la desorganización de los productores los ha vuelto manipulables a falsos planes de desarrollo, carentes de objetivos a largo plazo, por parte de los gobiernos de turno, ONG(s), etc.; estos son los retos y desafíos que debe enfrentar el sector acuícola en los próximos años, para consolidarse como uno de los sectores de mayor incidencia en la economía nacional, a conocimiento que el futuro del Ecuador se encuentra en el agro.
Foto: Cachama de 6 kg.
Fuente: Pablo Ortiz
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