Hoy es el día

Adolfo Coronel Illescas

Un amigo, con algunos años acumulados, me cuenta que asistió a una farra de onomástico, de esas que hoy poco se dan, cuyos invitados eran jóvenes y adultos. Que luego de un coctel burundango comenzó un cover de música pop, rock, reggaetón, salsa y más ritmos modernos. Había alegría sin duda, pero algo le faltaba a la fiesta, entonces el disck jockey le dio un toque de algarabía e identidad nacional y mandó a bailar un sanjuanito un tanto modernizado y… la juventud se quedó petrificada, la pista de baile sin quórum. Sin embargo, como la invitación era para familiares y amigos de toda edad, con los que quedaron y en el clímax de la reunión se engancharon en un popurrí de todo y para todos incluido el sanjuanito, un ritmo tradicional muy alegre y movido.

El ejemplo expuesto sirva de experiencia para insistir en la necesidad de socializar con los jóvenes lo más grande que tiene un pueblo, su cultura musical, sus variados ritmos, y dentro de ellos el San Juanito, cuyo día conmemorativo es hoy. Cada 24 de junio con rondador, pingullo, bandolín, dulzainas, guitarra, quena, bombos y platillos se festeja el día del sanjuanito considerado el Ritmo Nacional del Ecuador, cuyo origen es precolombino, nacido, según etnomusicólogos, en el cantón Otavalo, deriva su nombre porque se baila con mayor intención en las fiestas en honor a San Juan Bautista, cuyo día también se celebra el 24 de junio.

Ahora que hoy es el día en que Loja habla en las urnas para decidir la esperanza que en los lojanos no se extingue, es pura coincidencia. Sin embargo, que triunfe el soberano e irrefutablemente la democracia única ganadora de esta contienda revocatoria electoral. Que el Sí y el No, luego de medir la frontera de la sentencia que tome el pueblo en las urnas, y de purgar el veneno del odio, la venganza, la amargura y la furia en la cabeza, se convierta en el Nosotros, porque juntos hacemos más. Que este acto cívico sirva para unir voluntades dispuestas a seguir haciendo lo que debemos hacer con sabiduría y valor, que hoy digamos escasean.

Nada de ojos cuadrados o achatados. Que nuestros pensamientos se concentren en el lugar que con nuestras manos debemos ir levantando. Hay que seguir adelante para continuar sintiéndonos orgullosamente lojanos. (O)