Marlon Tandazo Palacio
En los días previos a la revocatoria al actual alcalde del cantón Loja, tuvimos una grata conversación con inversionistas locales, quienes pese a tener el poder de elegir el destino de sus capitales, han decidido apostar por Loja y su desarrollo productivo. Me pareció oportuno consultarles a ellos, el impacto del proceso revocatorio en proyectos de inversión privados. Comparto parte de esas opiniones.
Este proceso genera incertidumbre, -manifiestan- porque con la actual administración municipal ya se conocía su planificación en el ámbito de ordenamiento territorial y desarrollo urbanístico, por ejemplo: ciclovías, zonas de parqueo, festival de artes, etc. Ahora esperaremos los resultados del domingo y estaremos atentos a nuevos pronunciamientos, ¿y qué pasará con las inversiones previstas? -pregunto-, nada –y agregan- esperemos a que se den las condiciones propicias para invertir, porque uno no se arriesga para perder, siempre se espera un retorno favorable de la inversión con el menor riesgo posible y en esta coyuntura sería imprudente hacerlo.
Sin desconocer que la actual administración ha tenido hitos que le han desafiado a “poner orden a su manera”, situación desaprobada por varios sectores de la ciudadanía. Sin embargo es preciso señalar que son todavía incipientes las propuestas de los precandidatos a la alcaldía. Se maximizan los discursos atrincherados en una oposición vacía de propuestas que dinamicen el desarrollo humano y económico de Loja.
Bien por la democracia que abre mecanismos de expresión a la ciudadanía; pero vale aprovechar la inversión de esos USD 554.603,21 que nos cuesta el proceso revocatorio, para comprometernos a arrimar el hombro por el desarrollo de Loja que no sólo depende de las autoridades. Mucha iniciativa está en sus habitantes, que hemos elegido a esta tierra para nuestro Buen Vivir. (O)