Santiago Armijos Valdivieso
Cabe identificar a México como el hermano mayor de Latinoamérica, pues todo lo aportado por tan fascinante país, es decir, sus robustos personajes históricos (Morelos, Hidalgo, Villa y Zapata), sus fabulosos cantantes (Javier Solís, Juan Gabriel, y Luis Miguel), sus actores enormes (Pedro Infante y María Félix), sus cómicos geniales (Mario Moreno y Roberto Gómez), su literatura exquisita (Juan Rulfo y Carlos Fuentes), y sus pintores de ensueño (Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Frida Kahlo) han influido significativamente en los sueños y alegrías de los habitantes de todos los países que integran américa latina
Dentro de ese contexto, merece destacar el contenido de la obra “Una novela criminal” del mexicano Jorge Volpi, quien recibiera con acierto el Premio Alfaguara de Novela 2018 -galardón literario otorgado por la editorial española que fuera fundada por Camilo José Cela para unir la literatura en castellano publicada a ambos lados del Atlántico-.
Volpi, luego de un trabajo investigativo fenomenal, desnuda los excesos del sistema judicial mexicano, así como también la notoria interferencia política sobre la justicia en torno al sonado caso Cassez-Vallarta (2005) que condenó inicialmente a la ciudadana francesa Florence Cassez a una pena de 60 años de cárcel (luego sería absuelta) por haber participado supuestamente en el cometimiento de varios secuestros, lo cual enfrentó a los entonces presidentes Nicolás Sarkozy (Francia) y Felipe Calderón (México).
La obra confirma la existencia de grandes incorrecciones que envilecen al sistema penal mexicano, en el cual, los abusos y las interferencias políticas ensombrecen su accionar, aunque en el asunto Cassez, el autor resalta que México logró reivindicarse parcialmente con un justo fallo de última instancia, lo cual no deja ser un importante ejemplo para los sistemas penales de Latinoamérica, tan similares al mexicano. (O)