Gobierno reprime a opositores tras tomar el control de Masaya

VIGILANCIA. Paramilitares fuertemente armados patrullan las calles de Masaya. (AFP)
VIGILANCIA. Paramilitares fuertemente armados patrullan las calles de Masaya. (AFP)

Fuerzas del régimen de Nicaragua persiguen a los pobladores con perros, por protestar.

Redacción MASAYA

AFP

Fuerzas leales al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, celebraron ayer la toma de control de la ciudad rebelde de Masaya, tras una violenta batalla de seis horas la víspera, al acercarse el 39 aniversario de la Revolución Sandinista, el 19 de julio.

Policías y paramilitares encapuchados fuertemente armados recorrían la ciudad en camionetas, mientras otros limpiaban las calles de los adoquines usados en las barreras levantadas por manifestantes antigubernamentales que habían tomado la ciudad.

El tráfico recuperó algo de normalidad en Masaya, 30 km al sur de Managua, mientras pobladores circulaban por las aceras y algunos negocios volvieron a abrir.

Sin embargo, un organismo de Derechos Dumanos denunció que unos 200 pobladores huyeron por las laderas de la laguna de Masaya perseguidos por la policía por su participación en las protestas.

«En este momento, estas personas que se refugiaron en el bajadero (laderas) de la laguna de Masaya están siendo perseguidos para su captura por la policía y paramilitares, que están usando perros para su búsqueda», dijo el secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Álvaro Leiva.

“Una masacre”
Masaya fue el último bastión opositor tomado por las fuerzas gubernamentales, en medio de la ola de protestas iniciada el 18 de abril en Nicaragua, en las que han muerto más de 300 personas.

No quedó claro cuántas personas murieron en la toma de Masaya. El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) documentó dos muertos, mientras el gobierno informó de un policía fallecido, aunque una pobladora comentó a AFP que fue «una masacre». Un paramilitar aseguró que no hubo víctimas fatales.

EL DATO
Amnistía Internacional denuncia el uso de grupos paramilitares para reprimir a los manifestantes.»Fue una batalla de casi seis horas el día de ayer (martes), y la idea fue desalojarlos para que tengan la ciudad libre (de) los tranques», afirmó a AFP Francisco, un paramilitar de 45 años que participó en el violento operativo realizado para recuperar el control de Masaya.

Francisco aseguró que «la población lo recibe bien y nos lo agradecen».

Los paramilitares encapuchados con armas de grueso calibre y camisas azules celebraron la victoria, echando vivas a Ortega.

“Nos ganaron la batalla”
Livia Castillo, una ama de casa de 38 años, advirtió que «no sabemos (lo que va a pasar), yo me siento muy asustada, nunca había pasado esto. Tengo un hijo varón de 16 años, y tengo miedo de que se lo lleven. Nos sentimos muy tristes».

«Ya nos ganaron la batalla (aunque) los muchachos dicen que no están derrotados, que van a seguir, pero nosotros como madres nos preocupamos por nuestros hijos, porque andan muchos jóvenes», dijo Castillo.

Otros vecinos de Masaya celebraron la operación que removió a los manifestantes.

«Ya gracias al señor todo se compuso, porque volvió la paz. Esas personas malas que busquen cómo pagar el daño que hicieron (…) solo esperamos prosperidad y trabajar, nada más, y que vuelvan los turistas, que no tengan miedo», dijo Giovania Valitán, una trabajadora de 34 años.

Operación limpieza
° La toma de Masaya forma parte de la llamada “operación limpieza” que policías y paramilitares iniciaron semanas atrás para desalojar de las calles a los manifestantes que exigen la salida del poder de Ortega, de 72 años, que gobierna desde 2007.

Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, son acusados por sus opositores de instaurar una dictadura que controla todos los poderes del Estado.

La policía tiene “el compromiso de limpiar los tranques (bloqueos de vías) a nivel nacional al costo que sea”, dijo horas antes de los ataques el jefe de la policía de Masaya, Ramón Avellán.

El secretario de la presidencia nicaragüense, Paul Oquist, aseguró en Bruselas que “el intento de llevar a cabo un golpe de Estado en Nicaragua ya está acabado” y abogó por terminar de resolver la crisis mediante el diálogo.

Crisis sin remedio

OEA pide adelantar elecciones

° La OEA pidió ayer al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que “apoye un calendario electoral” acordado en el diálogo nacional, mediado por la Iglesia Católica, en una fórmula que busca elecciones anticipadas como vía para salir de
la crisis que ha dejado más de 350 muertos en tres meses.

° La solicitud sobre los comicios fue incluida en una resolución aprobada en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington.

° El ataque a Masaya fue un abierto desafío a la comunidad internacional, que en los últimos días intensificó los llamados a Daniel Ortega a cesar la violencia.
Los choques del martes estuvieron centrados en el barrio indígena Monimbó, cuna de la rebeldía de Nicaragua que encendió la chispa de la insurrección popular que el 19 de julio de 1979 derrocó al entonces dictador Anastasio Somoza.

° El actual presidente Ortega emergió entonces como líder de la Revolución Sandinista. Pero 39 años después y nuevamente en el poder, enfrenta cuestionamientos por la violenta represión a los manifestantes, en una situación considerada “alarmante”, por diversos organismos internacionales y gobiernos.