Loja en el imaginario nacional

Félix Paladines P.

En la historia de la cultura lojana no falta nada: hay grandes pensadores músicos y poetas, grandes plásticos y novelistas, ensayistas, grandes estadistas, diplomáticos e investigadores, juristas, médicos eminentes, periodistas de fuste, mujeres extraordinarias, grandes historiadores, sacerdotes y oradores. Un medio tan limitado y con escasas posibilidades laborales como el de Loja –antes más que ahora-, no pudo ni puede retenerlos y, casi todos ellos, se han regado por los caminos de la patria y se han radicado en los centros urbanos más dinámicos, consolidando así el prestigio de Loja como capital cultural del país.

Esta es la razón para que en el imaginario nacional a Loja se la vea como una ciudad de gente culta y solidaria, de gente acogedora, honesta, que conserva una fuerte identidad y raíces muy propias. Esto lo decimos sin absurdos envanecimientos.

Nos sentimos orgullosos de que así sea, pero ser un referente en Ecuador –un referente de talento artístico y creación- exige de los lojanos un trabajo y una preocupación permanentes. En este país, que no logra vencer el centralismo y la altísima concentración de recursos, podemos ser rebasados por otros centros urbanos más dinámicos y dotados de mayores posibilidades económicas.

Parece que el aislamiento natural de Loja como que la ha preservado de esa violencia irracional desatada por los capos del tráfico y de la corrupción creciente de las transnacionales, y de la insaciable sed de ganancia de las grandes corporaciones financieras, lo que le ha permitido convertirse en una ciudad intermedia, sosegada y tranquila, segura y con una población dotada de un sentido estético muy desarrollado; pero claro, este aislamiento también como que impide que se conozcan en el país los logros, nacionales e internacionales, alcanzados por los jóvenes y talentosos artistas y científicos lojanos. Tal vez, para salir de este mundo demasiado pequeño y provinciano, lo que está haciendo falta sea, aprovechar mejor las novísimas tecnologías de la información y crear lo que podría llamarse un “Centro de Movilización Digital”, dotado de un equipo de técnicos permanente y suficiente, que nos permita sacar a Loja fuera de Loja, sacar Loja al mundo para salir del provincianismo y la invisibilidad cultural…

Actualmente se vuelve a hablar del auge de la producción intelectual y artística de Loja y esto, sin duda alguna, está relacionado con la atmósfera que han creado los extraordinarios éxitos de los dos Festivales de Artes Vivas realizados y las expectativas que despierta el tercero, que tendrá lugar en noviembre próximo.

Así somos, así nos ve el país; más, el peligro real es que dejemos de serlo por negligencia, por descuido, por no crear, o crear en forma muy lenta condiciones para que el indudable talento de nuestros jóvenes se manifieste… (O)