Políticos con títulos

César Sandoya Valdiviezo

En nuestro país no existe obligación alguna de tener título universitario para aspirar un cargo de elección popular. Por ejemplo, según la Constitución de la República, para ser candidato a asambleísta lo único que se requiere es: tener nacionalidad ecuatoriana, 18 años de edad al momento de la inscripción de la candidatura y estar en goce de los derechos políticos.

Una investigación publicada por el periodista Arturo Torres reveló que de los 137 asambleístas que se posesionaron el 14 de mayo de 2017, 35 no tienen ningún título universitario, lo que representa el 25 por ciento de legisladores. Además, solo 50 cuentan con estudios de cuarto nivel.

Sin embargo, la opinión pública tiene su propia lectura respecto a la formación académica de los políticos. Asegura que la profesionalización es uno de los requisitos indispensables. “El perfil de un político debería ser de una persona inteligente con experiencia de servicio a la sociedad. Una persona con mayor preparación intelectual siempre estará más capacitada para pensar, razonar y decidir, y desde luego tendrá muchísimos puntos de vista que alguien que nunca se preocupó de prepararse en las aulas de la educación superior”.

Lo paradójico resulta que para acceder a un cargo público se exige al ciudadano que tenga como mínimo un título de tercer nivel y si se aspira ingresar a la docencia universitaria se debe contar con un título de cuarto nivel o un Ph.D., como garantía de poseer una sólida formación académica y de investigación.

La incógnita resalta por sí sola. ¿Por qué se establecen diferencias entre un cargo de elección popular con el resto de puestos? ¿Acaso el político que llega a la Asamblea no debe tener una preparación básica para legislar y fiscalizar?

Lo ideal para que alguien asuma un puesto de elección popular es que tenga al menos una formación básica relacionada con las principales obligaciones del cargo. Para ello los partidos políticos deben abrirse a la sociedad con el fin de identificar a aquellas personas que tengan experiencia profesional y vital para que hagan contribuciones relevantes en sus campos respectivos, de lo contrario se vuelve difícil motivar a las personas con ese perfil a entrar en el oficio de la política. (O)

@SandoyaC